EL PAíS › POR PRIMERA VEZ UN ENTE REGISTRA LA CALAMIDAD DE LOS TRENES

Hasta el Estado admite el desastre

La comisión que controla los transportes llegó a conclusiones aterradoras sobre el sistema de trenes. El déficit de mantenimiento no sólo afecta el confort sino que ya está llevando a un nivel peligroso la falta de seguridad de vías y vagones.

 Por Alejandra Dandan

Los trenes pasaron del estado de emergencia a la agonía. Por primera vez desde la era de las privatizaciones, el Estado admitió por escrito la situación de “numeros incumplimientos” de las empresas concesionarias del servicio. En base a un informe de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT) con resultados “lapidarios” –tal como se los definió–, el Gobierno sacó ayer una resolución de características inéditas: le encargó a ese organismo auditar a Trenes de Buenos Aires y Transportes Metropolitanos en todas sus actividades por “la magnitud y diversidad de los apartamientos contractuales”. Aunque las irregularidades están presentes en todas las compañías, la CNRT le destinó la peor parte a Metropolitanos. La empresa, que ayer fue intimada por la justicia federal y obligada en 45 días a revertir todas las fallas (ver aparte), tendrá que pagarle al Estado alrededor de 13 millones de pesos como multa.
Rubén Yebra es el gerente del área de Concesiones de Ferrocarriles de la CNRT y quien llevó adelante la sucesión de inspecciones para el informe al que tuvo acceso exclusivo Página/12. “Es la primera vez –dice el funcionario– que el Estado está reconociendo por escrito el incumplimiento de las empresas, una situación que vienen viendo todos los usuarios”. En su despacho se cruzaron datos, se analizaron los resultados de inspecciones dentro y fuera de los trenes y se tomó nota de los faltazos de los hombres de seguridad sobre los trenes. “El informe es lapidario –adelanta–, pero no podemos poner a todos en la misma bolsa, porque mientras los que van al Tigre tienen aire acondicionado, en el sur hay que usar paraguas para no mojarse.”
Para elaborar el informe, el organismo relevó cuatro grandes ítems: aspectos técnicos, calidad del servicio, tiempos y rutinas de los trenes. Sobre ese primer informe elaboró uno más, en el que tomó nota particularmente de los aspectos de seguridad y control de los pasajeros.
En este último punto, algunos detalles dan cuenta del estado de riesgo en el circulan los trenes. El 70 por ciento de los coches inspeccionados, por ejemplo, tienen observaciones por el nivel de material rodante usado, por falencias en el sistema de freno y enganches fuera de norma. En el 30 por ciento de estos casos, el tipo de problemas “implica un riesgo de seguridad”.
Los niveles de riesgo en vías, pasos a nivel, cerramientos de zonas o la falta de protecciones y deterioro en los rieles energizados, son algunos de las fallas por los que la CNRT terminó diagnosticando un estado de riesgo potencial: “En función de todo lo expuesto, y desde el punto de vista técnico –dice el informe–, se está frente a una situación de riesgo potencial que es necesario revertir”.
Ese estado de riesgo latente incluye un cóctel explosivo.
- El 40 por ciento de los pasos a nivel inspeccionados tiene distinto grado de irregularidad en el estado de pavimento, cerramiento y pasos para peatones.
- El 20 por ciento de los aparatos de cambio de vías cuenta con falencias severas que obligan a precauciones de velocidad e implican riesgos para la marcha de trenes.
- Se ha observado además ausencia o deterioro de cerramientos de zona de vías, facilitando la existencia de pasos peatonales no autorizados.
- En el caso del mantenimiento del material rodante y la infraestructura general de las vías, se observaron numerosas falencias en el mantenimiento que, de profundizarse, podrían derivar en condición de inseguridad.
En relación con las irregularidades encontradas en la inspección de cada una de las empresas, la situación de la línea Metropolitana parece de alto voltaje. El informe de la CNRT no distingue cada uno de sus ramales, informa sobre la situación completa de la línea General Roca, San Martín y Belgrano Sur. Para el organismo son irregularidades de un mismo grupo empresario que “en diciembre de 2001 se ha presentado a concurso deacreedores”, situación que habilita al Estado –dicen de paso– a dejar sin efecto el contrato. En ese contexto, las observaciones hechas por la CNRT parecen un reflejo de una crisis estructural de la compañía:
- Han ajustado los diagramas de trenes a la necesidad de la demanda –dicen–, una situación que en algunos ramales no se cumple.
- Tienen problemas con el control de pasajes.
- El estado de limpieza en las estaciones, baños, iluminación y la calidad del servicio es deficiente.
- Las obras de ejecución no se ajustan al contrato; la CNRT las presentan como “hechos consumados”.
- No se hacen tareas de mantenimiento acorde a lo previsto.
Para el organismo, todo esto indica que el servicio de las líneas de Metropolitanos están “frente a una situación de riesgo potencial de concurrencias de accidentes”. En ese sentido, aclara que el material rodante, salvo el del servicio eléctrico, está en “estado lamentable”, sobre todo en cuanto al “confort”.
Para Trenes de Buenos Aires, en cambio, los resultados no fueron tan duros, pero el énfasis quedó puesto en la declinación de la calidad del servicio. En estos momentos, según el diagnóstico, el servicio eléctrico se encuentra en niveles similares al inicio de la concesión. Los ramales diesel, en cambio, “están por debajo de como los recibieron”.
Con cada uno de estos apuntes, más las fallas encontradas en el resto de las empresas, el organismo terminó con la evaluación del monto de punición.
- Transportes Metropolitanos recibió una multa de 13.013.322,26 pesos. De ese total, a la línea General Roca SA le corresponden 11.421.671,20, a Belgrano Sur SA 441.180,00 y a General San Martín SA 1.150.471,06 pesos.
- Trenes de Buenos Aires recibió una sanción por un total de 5.307.169,50 pesos.
- Metrovías, una multa de 1.671.746 pesos.
- Para Ferrovías SAC, la pena fue de 90.454 pesos.
Con este soporte de marco, el ministerio de la Producción ayer hizo su propia síntesis. Detrás de ella, la gente de Aníbal Fernández preparó las dos resoluciones que se publicaron ayer en el Boletín Oficial. La primera, con el número 59/2003, ordena la realización de auditorías para Trenes de Buenos Aires SA, Transportes Metropolitanos General Roca, General San Martín y Belgrano Sur. La segunda, con el número 60/2003, designa en cambio a la CNRT como órgano encargado del control sobre la seguridad de los pasajeros de trenes, actividad que hasta ahora estaba en manos de la Subsecretaría de Transporte del Ministerio.
Para cumplir con este segundo aspecto, la CNRT tendrá 15 días para hacer un informe preciso sobre el estado de seguridad en los ferrocarriles. Para esto tendrá que tener en cuenta algunos de los objetivos de fondo de la resolución, que busca aplacar los malhumores de los pasajeros. “Proteger lo derechos de los usuarios, recibir y tramitar toda queja o denuncia, disponer lo necesario para corregir o hacer cesar las condiciones o acciones contrarias a la seguridad”. Desde la CNRT ya tienen algunas ideas en borrador sobre el tema, entre otras, duplicar el número de uniformados dentro de los trenes.

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En un hecho inédito, los incumplimientos de la empresas quedaron por escrito.
 
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