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La jueza salteña Sandra Sánchez condenó a un hombre a seis meses de ejecución condicional y le impuso terminar sus estudios secundarios, al resolver una causa de violencia familiar y omisión de la obligación alimentaria.

La jueza de Garantías y Menores de Segunda Nominación de Tartagal, del norte de la provincia, le impuso al condenado como regla de conducta cumplir el plan de estudios para adultos de tres años, a iniciarse el año próximo.

El hombre se negaba a pagar alimentos porque aducía que su ex pareja “tenía trabajo”, en referencia a un subsidio social. “Si ella ya está cobrando, para qué le voy a pasar”, dijo el hombre durante la audiencia de debate.

Para la magistrada, así manifestó su irresponsabilidad y convicción de que no tiene obligaciones con sus tres hijos. Sánchez consideró que “creer que porque cobra el salario (cuando lo cobra) no tiene más obligaciones, sí es ignorancia total, máxime cuando lo que eventualmente gana lo consume en reuniones de amigos para beber y jugar a las cartas”.

De allí que se le impusiera además la obligación de abstenerse de abusar de bebidas alcohólicas y ejercer actos de violencia en contra de su ex pareja.