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Un sacerdote fue apartado en forma preventiva de su cargo al frente de una parroquia de Morón tras las denuncias en su contra por “maltrato” a una empleada doméstica, con quien se presume que tuvo un hijo, informaron fuentes judiciales y eclesiásticas. La decisión fue adoptada por el obispo de Morón, monseñor Luis Eichhorn, luego de que se hicieran públicas las acusaciones contra el cura por “violencia de género”. El Obispado aseguró en un comunicado que el titular de la diócesis “está a la expectativa” de la eventual imputación de un delito penal contra el cura, para seguir actuando en consecuencia.

“Debido a las denuncias sobre la conducta del padre (Juan) Bojcetic, el obispo diocesano lo apartó preventivamente de la conducción de la parroquia San Pedro Apóstol”, informó el Obispado en el texto difundido el lunes último por la agencia católica AICA.

Según indicaron fuentes de la investigación, el caso fue llevado a la Justicia por Lorena Etcheverry, una abogada y ex secretaria del cuestionado sacerdote. La letrada declaró que fue testigo de las “discusiones” y “palizas” que Bojcetic propinó a Cristina Jaskuloski cuando la mujer era empleada doméstica en la parroquia y con quien, aseguró, “el sacerdote tuvo un hijo”.

Fuentes judiciales revelaron que en el expediente se detallaron las situaciones violentas padecidas por Jaskuloski. “El hombre la tiró al suelo a los golpes, revoleándole al menor (supuesto hijo de ambos) un termo con agua caliente a través de una puerta de vidrio”, informaron. Las mismas fuentes también indicaron que el sacerdote acusó a Jaskuloski de estar “obsesionada” con él y pretender que la mantenga.

No obstante, en el Juzgado de Familia Nº 2 de Morón consta que Bojcetic se comprometió a pagarle a Jaskuloski una suma de “800 pesos mensuales” en concepto de alimentos, a cambio de que la mujer deje su trabajo en la parroquia.

En el expediente figura, además, que el dinero cobrado por la mujer salió de la parroquia. En tanto, la abogada Etcheverry confirmó que el acuerdo se cerró después de que Jaskuloski padeció “varias situaciones violentas” por reclamarle dinero para “mantener al hijo de ambos”.

La abogada denunció que, en una oportunidad, el sacerdote Bojcetic amenazó de muerte a Jaskuloski. “¿Quién te va a creer? Mejor te mato, los voy a matar a los dos, después me mato yo, pero nadie me va a cagar la vida”, habría dicho el cura.

El carácter violento y los supuestos “delirios de persecución” del sacerdote de 55 años fueron confirmados por otros colaboradores parroquiales. El catequista José Carmuega señaló que Bojcetic “es muy violento y suele tener cuchillos o navajas debajo de algunos trapos que esconde en los despachos, el confesionario y en cada una de las habitaciones”.