El segundo juicio oral por la tragedia de Cromañón, que provocó la muerte de 194 jóvenes, fue suspendido ayer diez minutos después de haber comenzado. La razón fue que muchos de los padres de las víctimas no pudieron ingresar a la sala de audiencias, que era muy reducida: tiene capacidad para sólo treinta personas. Los familiares forcejearon con el personal de seguridad e intentaron entrar de todas maneras al recinto. La presidenta del tribunal suspendió entonces la audiencia por razones de seguridad. Finalmente, se anunció que el juicio se reanudará el martes próximo, a las 9.30, en un Salón de Usos Múltiples de los Tribunales Federales de Comodoro Py.

Antes de iniciarse la audiencia de ayer, los padres de las víctimas se quejaron porque la sala era “muy pequeña” y, a diferencia del primer juicio oral realizado hace dos años, la mayoría de los familiares que querían presenciar el debate no pudieron hacerlo. El primer juicio, en el que resultaron condenados Omar Chabán y los integrantes del grupo Callejeros, entre otros acusados, se realizó en la misma sala de audiencias en la que se juzgó a los ex comandantes de la última dictadura.

Cerca de las 10, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 24 dio inicio al juicio en el que los acusados son el dueño del local donde funcionaba el boliche, Rafael Levy; el ex secretario de Seguridad porteño Juan Carlos López; su segundo, Enrique Carelli; el ex director de Seguridad Privada Vicente Rizzo y el ex comisario de la seccional 7ª Gabriel Sevald. A la sala ingresaron unos 15 padres representados por el abogado José Iglesias –padre de una de las víctimas–, pero como a los otros letrados, Patricio Poplavsky y Marcelo Parrilli, se les habían asignado sólo dos lugares, los padres decidieron no entrar. Tampoco pudo ingresar la prensa, que debía seguir la audiencia desde un circuito cerrado de televisión.

En diálogo con Página/12, Cristina Bernasconi –madre de una víctima– señaló: “Sólo pudimos entrar a la sala un puñado de familiares que nos hemos acreditado con nuestros abogados, por ser las primeras 15 personas que les enviamos nuestros datos por e-mail”. Bernasconi consideró que lo ocurrido en la primera audiencia “es responsabilidad de los miembros del Poder Judicial porque hay 379 padres y es deber de ellos que ingresen todos”.

“Apenas iniciada la audiencia comencé a leer los nombres de los 194 muertos, como de costumbre, pero cuando iba por el número 26, María Cecilia Maiza, la presidenta del tribunal, me interrumpió y me dijo que eso no estaba previsto en el reglamento, que me callara o en consecuencia abandonaríamos la sala”, comentó la madre de Nicolás Landoni. Ante esta situación, todos los padres y familiares comenzaron a gritar “¡Los chicos de Cromañón presente, ahora y siempre!”.

Finalmente, se verificó que todos los imputados y las partes estuvieran presentes y se inició la lectura de la elevación a juicio de las querellas, pero en menos de 10 minutos los padres que habían quedado afuera comenzaron a gritar y a empujar para entrar en la sala. Fue por eso que Maiza anunció el cuarto intermedio por “razones de seguridad”.

Algunos de los familiares que no pudieron presenciar la audiencia forcejearon con el personal de seguridad privada y traspasaron un pasillo cuyo acceso les estaba vedado, lo que motivó que Maiza suspendiera la audiencia, hasta el martes.

“Sabíamos que esto iba a suceder y hago responsable al TOC 24 de no haber organizado todo. Esto no le hace bien a la causa Cromañón”, indicó Bernasconi. “Nuevamente el Poder Judicial nos falló y nos hemos encontrado en una situación terrible que hemos sufrido algunos padres. Si vamos a hablar de enemigos, esos son los cinco imputados, no los padres de Cromañón”, agregó.

Otra madre, Silvia Bignami, se quejó porque “enfrentan a los padres a discutir entre ellos quién entra y quién no”. “No se trata de la caradurez de los defensores que dicen que hay que garantizar la seguridad de los acusados, se trata de garantizar a quienes tenemos derecho a saber qué pasa con la muerte de nuestros hijos, que podamos escuchar, porque es lo único que podemos hacer”, afirmó.

Por su parte, José Iglesias, padre de una de las víctimas, confirmó a Página/12 que por disposición de la Corte Suprema de Justicia, “el juicio se reanudará el próximo martes por la mañana en los tribunales de Comodoro Py, luego de un pedido de autorización que se le hizo a la Cámara Federal de Casación Penal para que el debate se concrete en una sala de dimensiones mayores, a fin de permitir el acceso del público”. “Tal como estaba previsto hoy (por ayer), la sesión de la próxima semana comenzará con la lectura de la acusación contra los cinco imputados”, añadió el letrado.

Informe: Sabrina Améndola.