Luego de imponerse por penales ante Argentina en el Superclásico de las Américas y a tan sólo un año y medio para el inicio del Mundial, Mano Menezes fue despedido ayer de la conducción técnica del seleccionado brasileño. “A 566 días de la Copa del Mundo de 2014, la CBF (Confederación Brasileña de Fútbol) anuncia la salida del entrenador”, indicó la organización de ese país en un comunicado. Si bien hace tres días el ahora ex entrenador había manifestado que el 2012 había sido un “buen año” para la selección, la mala relación con José María Marín, presidente de la entidad madre del fútbol de Brasil, sumado a que nunca en sus casi dos años y medio como entrenador pudo convencer al exigente público de ese país, terminaron por sellar su salida.

A lo largo de su estadía al frente del combinado nacional, Menezes dirigió 40 partidos, en los que alcanzó 21 victorias y ningún título –salvo las dos ediciones del Superclásico de las Américas ante Argentina–. Quizá su mayor fracaso fue la eliminación en cuartos de final a manos de Paraguay en la Copa América 2011, que le valió durísimas críticas y de las que nunca logró reponerse. Pero Menezes tampoco consiguió cautivar al público, fue el foco de los reproches e incluso se retiró abucheado de los estadios, en varias oportunidades, bajo el grito de “burro”. Así, la derrota 1-2 ante Argentina en la Bombonera, que luego coronó a su equipo en los penales, fue el último encuentro en el banco de un conjunto que ahora deberá rearmar el proyecto futbolístico de cara al próximo Mundial.

De esta manera, los mandatarios de la CBF buscan frenar la crisis en la que el combinado nacional se encuentra inmersa. Con un plantel muy por debajo de la enorme calidad histórica que siempre ostentó Brasil, este año, el seleccionado cayó al puesto 14 del ranking de la FIFA, la peor clasificación de su historia, aunque actualmente logró subir un puesto.

La noticia de la drástica salida del técnico rápidamente tuvo un gran eco y uno de los que se pronunció a favor de la decisión fue el ex delantero Romario, uno de los más críticos de Menezes. El ex atacante del Barcelona afirmó que hay que celebrar “con fuegos artificiales” la destitución Menezes, aunque advirtió que fue una decisión tardía, y a su vez propuso como sucesor a Luiz Felipe Scolari, campeón del mundo en 2002. Sin embargo, los directivos brasileños se tomarán un tiempo para decidir el futuro futbolístico y recién en enero se anunciará al nuevo entrenador. En la carrera por el puesto, a la ineludible posibilidad de una nueva oportunidad para Scolari, se le sumaron Tite, actualmente al mando de Corinthians, y Muricy Ramalho, de Santos. Asimismo, la prensa brasileña deslizó un posible sondeo por el catalán Pep Guardiola, ex DT de Lionel Messi en Barcelona. Brasil volverá a jugar el 6 de febrero de 2013 ante Inglaterra en Wembley, encuentro que marcará el debut del nuevo técnico.