Nuevamente, en Estados Unidos, un hombre armado atacó indiscriminadamente a un grupo de niños. Esta vez murió una niña, de 15 años, que había participado en los actos de investidura del presidente Barack Obama. Otros cinco adolescentes resultaron heridos en el episodio, que se vincularía con la guerra de pandillas en la ciudad de Chicago.

El crimen tuvo lugar el martes a la tarde, en el norte de la ciudad de Chicago, cuando un hombre abrió fuego sobre un grupo de niños en un parque. Llovía torrencialmente y la víctima, Hadiya Pendleton, se había refugiado bajo un techo con otros 10 o 15 adolescentes. Entonces, un hombre armado saltó por encima de una cerca, abrió fuego contra el grupo y después subió a un auto y escapó. Los restantes jóvenes, aterrados, huyeron; en el lugar quedaron Hadiya y otros dos chicos que habían resultado heridos. “Se cree que el delincuente confundió el grupo con miembros de una pandilla y les disparó”, intentó explicar la oficial de policía de Chicago Laura Kubiak.

La niña era una de las bailarinas de la banda de la escuela King College, que participó en la investidura del presidente, quien procura por su parte luchar contra la violencia producto de la disponibilidad de armas en Estados Unidos. Chicago soporta un brote de violencia de pandillas, que contribuyó a aumentar la tasa de asesinatos de la ciudad un 16 por ciento: llegó a 506 personas en 2012. En lo que va de 2013 se registraron ya más de 40 asesinatos en la ciudad.