Lunes, 13 de enero de 2014 | Hoy
SOCIEDAD › LA NUEVA ESTACIóN DE MICROS MARPLATENSE CON UNA EXPO DE DINOSAURIOS
La histórica terminal de micros de Mar del Plata está en tren de remodelación. Por el momento, sólo se puede visitar la exposición Dinosaurios, Mundo Jurásico, que fue colocada en su interior y que permite a los chicos divertirse entre monstruos.
Por Carlos Rodríguez
Desde Mar del Plata
En diciembre de 2009, la vieja terminal de ómnibus de Mar del Plata, la que tenía su entrada principal por la calle Alberti, fue desactivada y reemplazada por una mucho más amplia y acorde con los tiempos que corren. El histórico edificio, que sigue ocupando la mitad de las dos manzanas de la ex parada de micros que para millones de personas, fue la primera referencia de su llegada a la Ciudad Feliz, es un legado del arquitecto belga Jules Dormal, cuya construcción data del año 1886. Hace más de cuatro años, considerada un “dinosaurio” de cemento, la antigua terminal dejó de funcionar como tal, aunque hoy renació, pintada a nuevo –de un color crema por fuera y blanco por dentro–, para reafirmar su chapa de Patrimonio histórico de la ciudad. Aunque todavía falta terminar la construcción de un shopping comercial y cultural en el lugar donde estaban las dársenas de arribos y salidas, ya puede visitarse el renovado viejo edificio para recorrer una muestra internacional itinerante que, casi como una fina ironía, se denomina Dinosaurios: Mundo Jurásico.
Sin ánimo escatológico, todo lo contrario, el certificado de buena remodelación de la vieja terminal lo dan los modernos baños, con espacios privados –y separados, por normas de buena vecindad– para mujeres, hombres y personas con discapacidad, pero a la vez con un amplio espacio común a todos para lavarse las manos y peinarse frente a los grandes espejos; el detalle aporta un toque de modernidad. Las terminales de micros –citar como ejemplos las de Constitución, Once o Retiro en la Capital Federal– tienen casi siempre su trampa mortal en los sanitarios. Agustín Berey, estudiante de Ingeniería, es el encargado de mostrar a Página/12 el laberinto lleno de dinosaurios, algunos de ellos realizados a tamaño real, como el Giganotosaurus, y otros más pequeños, uno de ellos con la montura puesta, para que los chicos se suban como si fueran a domar a la bestia prehistórica.
El mismo joven hizo el acompañamiento durante la visita guiada por la restaurada obra del belga Dormal. La historia de la vieja terminal, como tal, tuvo su comienzo ferroviario en una iniciativa del entonces gobernador Dardo Rocha, quien autorizó la extensión de la red de trenes que hasta ese momento unía las estaciones Constitución, en la ciudad de Buenos Aires, y Maipú, en la localidad bonaerense del mismo nombre. La estación marplatense de trenes se llamó Sur y fue inaugurada el 1º de diciembre de 1910; recién en 1950 pasó a ser parada de ómnibus. El arquitecto Jules Dormal fue el mismo que concluyó las obras del Teatro Colón, en la Ciudad de Buenos Aires, luego de la muerte de Vittorio Meano, su hacedor original, quien fue asesinado por su ex mayordomo Juan Passera, presunto amante de su mujer, Luisa Meano.
El primer paso para llevar a cabo la obra del Paseo Cultural y Comercial Terminal fue reparar el casco histórico, que mantiene su estructura original, salvo alguna modificación leve en los ornamentos de las dos cúpulas, situadas en cada extremo del lugar donde están ubicadas la terraza y los balcones. Los operarios que trabajan en el lugar, consultados por Página/12, confirmaron que se mantuvo en pie tanto la mampostería como la estructura del edificio original. En la manzana aledaña, donde estaban las dársenas y los espacios de servicios, se está construyendo un shopping que además de los locales comerciales tendrá restaurantes, ocho salas de cine y cocheras cubiertas. Por debajo de esa construcción que está en sus comienzos, se abrirá un túnel que permitirá la continuidad del tránsito por la calle Rawson. Hasta hoy, los automovilistas deben hacer un rodeo para retomar Rawson, cortada por la presencia de la antigua terminal. La inversión inicial en los trabajos fue de más de 160 millones de pesos.
La inauguración del edificio nuevo está prevista para antes del verano 2015/16. “Se pudo recuperar toda la mampostería y también la estructura original, que es de origen belga”, aseguró un vocero del Estudio Mariani-Pérez Maraviglia, responsable de la tarea de remozar el histórico edificio. El hecho de haber desmontado todas las oficinas de venta de pasajes y los bares que tenía en su interior, ha dejado liberada toda la parte posterior del edificio, con ventanales de punta a punta, de manera que se ha ganado luz natural. Para que la muestra de dinosaurios tenga un clima más íntimo, sin tanta luminosidad, hubo que cerrar cientos de metros cuadrados de vidrio, con una doble cortina de tela y material plástico. Los arquitectos pudieron conservar buena parte de los pisos originales, en madera y también en mosaico, las escaleras de mármol blanco y hasta el detalle de algunas buhardillas realizadas en ladrillo hueco, algo poco común para las construcciones de la época. El deterioro de algunos sectores obligó a producir réplicas de molduras y de los accesorios del cielorraso.
Uno de los detalles de mayor impacto visual tiene que ver con la restauración de la torre donde está el Big Ben de la vieja Terminal, sobre la calle Sarmiento, que fue puesto en funcionamiento, después de muchos años, “por el bisnieto de la persona que lo había instalado” años después de la inauguración del edificio, según informó el intendente Gustavo Pulti. Los vecinos del barrio afirman estar contentos porque “no era justo ni razonable dejar en el estado en que estaba un edificio que es un emblema de la ciudad”, sostuvo Elena Martínez, que vive en la zona de Constitución, pero que todos los días recorre el barrio de la ex terminal porque trabaja en la zona. Una vez finalizadas las obras en la parte nueva, el complejo contará con una superficie de 20 mil metros cuadrados.
Hoy, en el espacio del antiguo edificio que ya fue habilitado, se puede ver la muestra Dinosaurios: Parque Jurásico, todos los días, en el horario de 11 a 23. En el lugar funciona una pequeña sala de cine donde se proyecta un film en tercera dimensión que explica la evolución de los animales que poblaban el planeta en la antigüedad. Los chicos, además de montar un dinosaurio, pueden sacarse fotos simulando tener la cabeza dentro de las fauces de una de las réplicas de las bestias milenarias. La exposición, que recorrió distintos países del mundo, fue vista por más de cinco millones de personas en su periplo internacional. En el caso de Mar del Plata, para darle un tono localista, se sumaron las réplicas de cuerpo entero del Giganotosaurus y el Carnotaurus, dos ejemplares cuyos restos fueron hallados en territorio argentino.
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