Luego de los ritos en la Basílica de San Pedro (foto), el papa Francisco presidió su segundo Via Crucis desde su asunción en marzo del año pasado, del que participaron al menos 40.000 personas en el Coliseo Romano, donde pronunció un breve discurso en el que pidió recordar a “las personas abandonadas”. Con la señal de la cruz, seguida de la introducción leída a través de un altavoz, Jorge Bergoglio dio inicio al rito tradicional del Viernes Santo en la liturgia cristiana. Luego, en la ceremonia, la cruz fue portada por diferentes personas que se la fueron cambiando de manos, recorrió el Coliseo, del que salió para pasar frente al Arco de Trajano y para llegar, finalmente, al Palatino, donde la esperaba el Papa. Mañana presidirá la Vigilia pascual, uno de los actos principales de la celebración de la Semana Santa previo al Domingo de Resurrección.