La comisaría de Wilde, la 5ª, fue intervenida por orden del ministro de Seguridad, Osvaldo Granados, luego de que vecinos de Avellaneda denunciaron que un patrullero no actuó en forma debida tras un pedido de auxilio al 911, lo que aparentemente derivó en la muerte de un hombre baleado durante un asalto. El crimen ocurrió el lunes por la noche cuando Javier Gallardo, de 44 años, ingresaba en su casa, en Bolívar al 5500, Wilde, y fue baleado por un grupo de hombres que estaban dentro robando, y que luego escaparon en un Bora estacionado en la puerta. Los vecinos habían visto al vehículo previamente y llamaron al 911. Un patrullero llegó, se detuvo y luego partió aparentemente sin ninguna actuación. Al rato sobrevinieron los disparos. Un grupo de vecinos marchó en reclamo hacia la comisaría donde finalmente Hugo Matzkin, el jefe de la Bonaerense, se reunió con ellos para calmar los ánimos y ponerse a su disposición.

Los asaltantes habían ingresado a la casa una hora y media antes de la llegada de Gallardo. Previamente habían tomado como rehén a un hombre que había ido de visita a la casa de su madre, situada en Bolívar 5559, entre Lobos y Bismark, y salió con su auto a comprar una gaseosa para la comida. Tras recorrer una cuadras fue interceptado por tres hombres que se le cruzaron en un Volkswagen Bora, dos de los cuales, bajo amenazas con armas, se subieron a su rodado. Finalmente lo llevaron a la casa de su madre, donde entraron y se dedicaron a robar objetos y cargarlos en el Bora.

Mientras se concretaba el robo, llegó Javier Gallardo, pareja de uno de los hijos de la dueña de casa, quien vivía allí y sorprendió en la puerta al grupo que pretendía salir. “No sabemos si hubo un forcejeo o se asustaron cuando entraba, pero en ese momento le efectuaron varios tiros que le provocaron la muerte”, explicó la superintendenta de Policías de Seguridad de la Bonaerense, Carmen Graciela Cunial.

Antes de la llegada de Gallardo, vecinos que vieron al Bora llamaron al 911. Según sus declaraciones, un patrullero de la 5ª llegó al lugar, estacionó delante del Bora y al rato se retiró sin intervenir de ninguna manera. Esa actuación policial es sometida a investigación. “Había un auto que estaba en la esquina hacía como una hora parado y fue cuando llamaron a la policía para que venga a verificar, ya que llamaba la atención; era robado o estaba por algo. La policía se acercó pero no hizo nada, de hecho vino un patrullero y se paró adelante del auto”, dijo un vecino a la prensa.

Cunial confirmó que Asuntos Internos interviene para establecer si los uniformados cumplieron o no con el protocolo establecido para estos casos y admitió que no se cuenta con los datos del Bora, por lo que se deben analizar las imágenes de las cámaras de seguridad instaladas en la zona. “Tenemos todos los elementos tecnológicos para chequear el horario de llegada. Y habrá que verificar si los policías actuaron como indica el protocolo para estos casos o no”, explicó Cunial. Cunial agregó que si “se determina que el personal policial no trabajó dentro del marco de la ley” se seguirá el caso “hasta las últimas consecuencias”.