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Los Toldos es una localidad de la provincia de Salta, en la frontera con Bolivia. Está en el borde de la selva de las Yungas, justo cuando empieza la Puna, en el departamento salteño de Santa Victoria. Pero para llegar hasta allí desde cualquier lugar de la Argentina es necesario cruzar la frontera hasta Bolivia y luego volver a ingresar al país. Desde hace siete días, un conflicto de trabajadores cañeros que cortan la ruta del otro lado de la frontera dejó aislado a este pueblo, que ayer sólo contaba con combustible para unas horas. Del gasoil dependen la energía eléctrica y las comunicaciones. En uno de sus últimos mensajes desesperados, los habitantes reclamaron una solución: por ahora, no ven otra que el trazado de una ruta que los comunique con Orán o con Santa Victoria.

Los Toldos perteneció a Bolivia hasta 1941, cuando se puso en vigencia el tratado de límites entre Argentina y ese país de 1925. En el poblado, ubicado en la Reserva de Biosfera de Yungas, a 1800 metros sobre el nivel del mar, viven unas 2200 personas.

“Tenemos combustible en la usina sólo para 24 horas. Y sin luz nos quedamos sin comunicación telefónica e Internet”, dijo a Página/12 Ingrid Zabala, una habitante del pueblo. “Estamos encerrados, sin salida a Bermejo o Tarija, en Bolivia, ni a Aguas Blancas y Orán, en Argentina. El desabastecimiento se empieza a sentir: sólo queda una bolsa de harina para hacer el pan que se da a alumnos de la escuela.”

Los habitantes de Los Toldos no ven una salida cercana porque, dicen, las autoridades bolivianas “no están atendiendo el reclamo de los cañeros”. “Ya nos han avisado que de ninguna manera darán paso a una ambulancia de la Argentina, por la urgencia que sea. Saben que existe la opción de la avioneta sanitaria”, desde Orán, informó Zabala vía mail antes de que se pierda la comunicación con el lugar. Su marido, dice, quedó varado del otro lado de la frontera.

Para ir a Los Toldos por vía terrestre, hay que ir primero a la ciudad de Orán y luego hasta Aguas Blancas, en la frontera con Bolivia. Desde allí se cruza la frontera y se recorren 110 kilómetros hasta La Mamora, por la Ruta Panamericana. Desde ahí se vuelve a ingresar en la Argentina, hasta el paraje El Condado. Luego hay que vadear los ríos Oroseño y Condado. A 15 kilómetros de ahí está el Abra de Toldos.

En el pueblo creen que la solución está de este lado de la frontera. “Los ciudadanos bolivianos tienen todo el derecho a reclamar en su suelo y en ningún momento han tomado medidas que se hayan extendido al territorio argentino –dicen–. La solución definitiva no es que Bolivia abra la ruta para noso-tros, sino que se concrete la ruta por suelo argentino.”