SOCIEDAD › CRITICAS A LA UNESCO TRAS EL INCENDIO EN LA VILLA OCAMPO

El fuego que reavivó la polémica

Funcionarios y representantes de ONG acusaron al organismo por el descuido de la casona de San Isidro. Se descarta que el fuego haya sido intencional. Pocos libros fueron dañados.

 Por Mariana Carbajal

El fuego destruyó completamente el techo y las cuatro habitaciones del segundo piso de la histórica mansión de Victoria Ocampo. Dos dormitorios del primer piso –pertenecientes a sus hermanas– sufrieron filtraciones del agua de los bomberos y hay riesgo de que se desplomen sus cielorrasos de yeso. Unos doscientos libros de la biblioteca de la escritora, al parecer ningún incunable, resultaron mojados. También fue afectado por el agua gran parte del mobiliario. Esa fue la evaluación oficial de los daños del incendio que se desató en la noche del lunes en la casona de San Isidro. “No hubo ninguna pérdida que no sea recuperable”, señaló a Página/12 la fiscal Fabiana Cotello, quien tiene a su cargo la investigación del origen del siniestro. Aunque los resultados de las pericias se conocerán la semana próxima, Cotello descartó que haya sido intencional. Un cortocircuito eléctrico es una de las hipótesis que se barajaban ayer. Las llamas se apagaron, pero dejaron al rojo vivo las críticas hacia la Unesco, a la que Victoria donó la residencia hace 30 años. Funcionarios nacionales y provinciales y representantes de ONG cuestionaron duramente al organismo por el descuido de la casona (ver aparte).
Empujado por los hechos, el holandés Herman van Hooff, director interino de la oficina Mercosur de la Unesco –cuya sede está en Montevideo– viajó de urgencia a Buenos Aires. Antes de subir al avión negó las acusaciones sobre la responsabilidad del organismo en el incendio. Y después, ya en territorio argentino, guardó silencio.
Hoy, Van Hooff volverá a reunirse con funcionarios nacionales. “La idea es sumarnos a colaborar. Quien tiene que tomar las decisiones sobre la casa es la Unesco”, señaló a este diario Martín Repetto, vicepresidente de la Comisión Nacional de Museos. “Desde la provincia vamos a formalizar un pedido para que la Unesco se ocupe”, adelantó la subsecretaria bonaerense de Cultura, Cristina Alvarez Rodríguez.
“La casa se incendió porque no estaba bien cuidada, haya sido un cortocircuito o la explosión de una garrafa. Si hubiese tenido el guardia que tenía que tener el fuego no hubiera pasado a mayores”, dijo a este diario la escritora María Esther Vázquez, y acusó a la Unesco de haber actuado con “desidia” y haber dilapidado los fondos que Victoria había dejado para el mantenimiento de la vivienda. Al respecto, recordó que Victoria donó Villa Silvina, su casa en Mar del Plata, para que con su venta y la renta de ese dinero se pudiera mantener Villa Ocampo: “Se vendió en más de un millón de dólares y hoy quedan de esos fondos 440.000. A fines de los ‘80 un funcionario de la Unesco reconoció que el organismo había hecho gastos excesivos como la compra de pasajes aéreos para electricistas que viajaron desde Francia para arreglar el sistema eléctrico de la casa”, detalló. Vázquez es directora de la Asociación Por Villa Ocampo, una de las tres ONG que integran un consorcio de administración de la residencia –junto con la Unesco y una representante del gobierno argentino–, en el que existen grandes diferencias internas sobre el manejo del legado de Victoria.
Dolores Bengolea, sobrina nieta de Victoria, también recargó sus tintas sobre la gestión de la Unesco. El incendio, dijo, es “producto de la desidia, de la culta necedad, de la negligencia y de todos los males que sufrimos en el país, que a nivel de los organismos internacionales se multiplica”. “Me refiero a la Unesco, con la anuencia del gobierno argentino”, apuntó. A través de su vocero, el secretario de Cultura de la Nación, Torcuato Di Tella, salió al cruce y aclaró que a esa dependencia oficial “no le cabe ninguna responsabilidad ni tiene nada que ver” en la preservación de Villa Ocampo.
Los daños fueron evaluados después del mediodía durante una reunión en la misma Villa Ocampo. Participaron Van Hooff y representantes de organismos oficiales como la Dirección Nacional de Arquitectura, la Comisión Nacional de Museos, la Secretaría de Cultura de la Nación y ladirección bonaerense de Museos, Monumentos y Sitios Históricos, cuyo titular, Juan Ganduglia, hizo a Página/12 el siguiente detalle: “El incendio se produjo en el ala norte del segundo piso, por encima de los cuartos de Angélica y Rosa, dos de las hermanas de Victoria. El techo quedó destruido y las cuatro habitaciones de ese piso, que originalmente eran de servicio, resultaron absolutamente dañadas, pero no tenían objetos porque como la casa estaba en obras habían sido retirados. Las habitaciones de Angélica y Rosa, del primer piso, sufrieron daños por filtraciones del agua de los bomberos; hay riesgo de que se desplomen los cielorrasos de yesos y las partes de madera. El dormitorio de Victoria no parece muy dañado. El agua deterioró mobiliario y alrededor de doscientos libros quedaron mojados”. Ayer, restauradores evaluaban los daños sobre los libros y la Biblioteca Nacional ofreció darles cobijo. Los casi 11.000 libros de la escritora, entre ellos unos doscientos incunables, estaban envueltos en plástico para preservarlos de la humedad que ya estaba haciendo estragos en el inmueble desde hace años.
Villa Ocampo se levanta en las barrancas del Río de la Plata, en la localidad de Beccar. Fue construida por el padre de Victoria, el ingeniero Manuel Ocampo, en 1891. “Es la única casa de estilo franco victoriano que queda en pie en el cono sur y fue la primera que tuvo luz eléctrica en San Isidro gracias a un generador”, destacó Vázquez.

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El daño estuvo centrado en los techos y en las cuatro habitaciones del segundo piso.
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