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“Le voy a pedir al juez que se haga justicia y que el que hizo esto pague como corresponde”, dijo ayer Luis Coria, mientras esperaba que le permitieran ingresar a la morgue para reconocer el cuerpo sin vida, golpeado y mutilado, de su hija de 18 años, encontrado ayer por la policía de Santiago del Estero en un canal de riego de una propiedad abandonada en la localidad de La Banda. Anteanoche, los investigadores habían hallado a 600 metros de allí toda la ropa de Luisa y de inmediato detuvieron a su novio, Walter Navarro, la última persona con la que la joven fue vista antes de desaparecer, el lunes 1º de septiembre a la salida de una bailanta, donde había ido a escuchar a Los Pibes Chorros.
Por ahora, todo indica que el novio de Luisa podría estar involucrado en el crimen, ya que luego de su declaración de anteanoche se decidió drenar el canal de riego para buscar allí el cuerpo de la chica asesinada. Además, hasta que fue detenido Navarro era conocido por los allegados de Luisa como Marcelo y no como Walter, su nombre verdadero, y eso también despierta sospechas.
Sin embargo, el cuerpo de la chica apareció tapado con troncos, desnudo, mutilado, golpeado y con quemaduras en un lugar de muy difícil acceso, a un costado de la ruta provincial 51, al que sólo se puede acceder a pie y con dificultad, por lo que se cree que podrían ser más de uno los involucrados en el crimen. Además, tampoco queda aún demasiado claro por qué Navarro, si hubiera mentido sobre su identidad y fuera él el responsable del asesinato, no se escondió luego del crimen.
Luisa Coria tenía 18 años, vivía con sus seis hermanos y sus padres en una casilla en el barrio Santa Anita, en La Banda.