La Dirección de Educación bonaerense intervino el jardín de infantes de Castelar en el que los padres de alumnos denunciaron al menos once casos de presunto abuso cometidos contra niños de tres y cuatro años por el cocinero, un hombre llamado Luis, a quien la policía detuvo el lunes por la noche en su casa. Por la investigación, caratulada como “abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores”, entre hoy y mañana declararán la maestra bilingüe de la sala de tres años y la directora del colegio Juan Bautista Alberdi, del que depende el jardín. La intervención, llevada adelante por un equipo de cuatro inspectoras, evaluará el estado del edificio y se reunirá con los padres para determinar una fecha de reanudación de las clases.

El cocinero se negó a declarar. Hasta anoche, permanecía en calidad de detenido y los casos denunciados eran once. Sin embargo, el fiscal de Morón, Federico Nieva Woodgate, señaló que “siguen llegando denuncias, la más antigua data de un año atrás”. “Hay que ser sumamente cuidadoso con la información que se brinda porque están en juego niños y sus familias.”

La detención del cocinero fue dispuesta por el fiscal Pablo Galarza, titular de la UFI Nº 3 de Morón, y concretada el lunes por la noche. El hombre, llamado Luis, se encontraba en su casa en compañía de su madre; en el lugar, las fuerzas de seguridad secuestraron documentación y netbooks, entre otros elementos. El intendente Ghi clausuró el jardín el lunes por la tarde, ante fallas de seguridad e higiene y tras haberse reunido con los padres de los alumnos de jardín, que también plantearon sus inquietudes respecto de las gestiones de la fiscalía.

“Con los padres pedimos hablar con el jefe de los fiscales de Morón (el fiscal general Federico), Nieva Woodgate, para trasladarle las urgencias también en relación con los casos que van llegando ahora, que no estaban contemplados en un principio y a los que estamos abordando en el municipio con un dispositivo de contención psicológica”, contó Ghi. Con el caso puesto de manifiesto ante toda la comunidad educativa, algunos padres “ponen en conocimiento de los profesionales alguna sintomatología a la que no habían dado mayor entidad” y que podría revelar más información sobre lo sucedido en el jardín.

Mauro, padre de un niño que concurría al establecimiento, aseguró que “las autoridades del colegio en ningún momento hablaron con no-sotros. Nunca dieron la cara mas allá de lo que salió ante los medios. El cocinero, a quien los chicos se referían como ‘el señor de delantal blanco’, estaba en su casa y la policía lo tuvo que alojar por unas pocas horas en la comisaría ante la furia” de los progenitores.

Según relataron distintos padres, el cocinero aprovechaba la ausencia de la maestra para “bajarles la bombacha” a algunas nenas, a las que “manoseaba” y “besaba en la boca”. Catalina, madre de una alumna, aseguró que “las autoridades del colegio no dan respuesta, no se hacen cargo de nada. Queremos que esto se sepa, que toda la comunidad educativa sepa lo que esta pasando en el colegio”, señaló la mujer.

Por la mañana, el intendente de Morón, Lucas Ghi, se reunió con los padres. El lunes había clausurado el establecimiento donde el sábado pasado los padres irrumpieron y causaron destrozos y había solicitado la intervención de la cartera educativa provincial. La intervención finalmente sobrevino tras una reunión mantenida por la directora general de Cultura y Educación bonaerense, Nora de Lucía; el subsecretario de Educación, Néstor Ribet, y la directora provincial de Educación Privada, Nora Pinedo, con el dueño de la institución, la presidenta del Consejo Escolar de Morón y las inspectoras que desde ayer están a cargo de la institución.

“Le pedí al equipo que se está haciendo cargo del trabajo dentro de la escuela que mantenga reuniones sistemáticas con los padres. Queremos retomar el normal funcionamiento de la institución lo más rápidamente posible, porque hay 1200 familias que están preocupadas por la educación de sus hijos. En la fecha del año en la que estamos, los chicos de primaria y secundaria están con todas las evaluaciones y tenemos que dar certezas”, dijo De Lucía. Las inspectoras, además, deberán determinar si hubo ocultamiento de la primera denuncia, realizada el 20 de octubre por una madre a la maestra de la sala de tres y a la directora de nivel inicial, quien la habría comunicado a la directora del colegio.

Por su parte, Pinedo explicó que hoy no habrá clases “primero, para evaluar los daños ocasionados dentro del colegio y, segundo, para iniciar el presumario a la institución, que pondremos a disposición de la Justicia”. “Hay que deslindar la responsabilidades y evaluar la situación, por lo que mañana (por hoy) habrá tres inspectoras no sólo estimando los daños, sino tomando testimonios a los directores. En función de esto evaluaremos si prolongamos la ausencia de dictado de clases”, agregó.