Si se tratara de una película de vaqueros, el título sería: “El día que detuvieron al sheriff”. A Juan Carlos Tierno, ex intendente de Santa Rosa, La Pampa, todos le llaman “el sheriff” y a él le gusta. Tierno, al revés de lo que pueda insinuar su apellido, es un hombre violento y fue un intendente autoritario durante los 87 días que estuvo en esa función en 2008. Lo echaron porque gobernaba en soledad, al punto que aprobó por decreto el presupuesto municipal de ese año, sin consultar al Concejo Deliberante como marca la ley. Tierno, que en el ámbito privado tiene gravísimas denuncias por violencia de género, el martes que viene será llevado a juicio oral imputado por “abuso de autoridad”, junto con otros ex funcionarios de su gestión. Para poder sentarlo en el banquillo de los acusados tuvieron que detenerlo en su casa, donde primero se atrincheró negándose a recibir la citación de los jueces de la Cámara en lo Criminal 1 y luego estuvo prófugo más de 24 horas.

Cuando regresó a su domicilio, lo hizo con el apoyo de un grupo de militantes que lo sigue y que instalaron frente a la casa del ex jefe comunal una carpa con la leyenda: “Tierno 2015. Comunidad Organizada”.

Cuando lo llevaron a la alcaidía de la Unidad Regional 1 de Santa Rosa, hasta se dio el lujo de hacer declaraciones a la prensa: “Si el precio de mi libertad es reconocer a estos jueces sustitutos, prefiero continuar preso”, fue lo que dijo en referencia a los jueces subrogantes Elvira Rosetti, Miguel Gavazza y Miguel Vagge, que son los que tienen que juzgarlo por el delito de abuso de autoridad.

Para poder detenerlo, tuvieron que sorprenderlo en la vereda de su casa, sentado al lado de la carpa que lo reivindicaba. El jefe de la Brigada de Investigaciones, Marcelo Calderón, se acercó a Tierno y le comunicó que venía a detenerlo. El ex intendente subió al patrullero, sin ofrecer resistencia, acompañado por una de sus hijas. Los tres jueces que tienen que juzgarlo se reunieron con Tierno, quien en todo momento mantuvo una actitud desafiante y violenta. Tras el breve contacto y cuando iba rumbo a la alcaidía, el ex intendente se retiró a los gritos.

El encuentro con los jueces fue caótico, según dijeron las fuentes judiciales. Cuando Tierno supo que seguiría preso durante el fin de semana largo cargó contra los jueces. “Ustedes están puestos ahí por un tipo que se llama (Rubén) Marín, sobre todo vos Gavazza”, dijo Tierno, aludiendo al ex gobernador de La Pampa que fue quien dispuso la intervención de la intendencia de Santa Rosa en 2008, luego del escándalo por las medidas unipersonales del ex intendente por las que hoy es juzgado.

La detención se concretó y se mantiene, a pesar de que los abogados de Tierno solicitaron su inmediata excarcelación. Antes tampoco había tenido resultado positivo el hábeas corpus presentado por la esposa de Tierno, la diputada Sandra Fonseca. La furia de Tierno fue acompañada por la de su hija, Winona, y por su esposa, que acusaron a los jueces de ser “truchos”. Sus gritos continuaron cuando debieron separarse. Tierno fue rumbo a la alcaidía, donde seguirá preso al menos hasta el martes, cuando será llevado a la sala de juicio, mientras que su mujer y su hija siguieron gritando contra todo y contra todos, desde la calle.

El ex intendente y algunos de los funcionarios que lo acompañaron en la breve gestión de 87 días fueron acusados por el delito de abuso de autoridad por haber aprobado el presupuesto municipal y la ordenanza tarifaria de 2008, por medio de una resolución del Departamento Ejecutivo, aunque la aprobación de esas medidas era facultad indelegable del Concejo Deliberante.

Las disposiciones fueron dictadas el 17 de enero de 2008, cuando los imputados rubricaron la resolución 21/08, aprobando un presupuesto anual de 106 millones de pesos para activar una nueva estructura burocrática, con más funcionarios y personal de planta. Del mismo modo crearon la Policía Comunitaria, y la ordenanza sobre tarifas, que incluyó un alza promedio del 49 por ciento en las tasas municipales.

Ahora Tierno llegó al juicio oral siendo el único imputado firme, dado que el fiscal del caso, Jorge Amado, ya adelantó su decisión de pedir la absolución de los ex secretarios Juan Pablo Fasce (Gobierno), Oscar Vigna-tti (Hacienda), Elba Soto (Acción Social) y Viviana Rodríguez (Coordinación General). La fiscalía cargó contra Tierno no sólo por abuso de autoridad, sino que lo hace responsable del delito de “desobediencia”, por considerar que el acusado, por su profesión de abogado, no debía haberse negado a concurrir a las dos primeras audiencias del juicio, que se desarrollaron la semana pasada. Uno de los hechos más insólitos fue que, el jueves, cuando ya estaba en condición de “prófugo”, muchos comensales lo vieron sentado a la mesa de una pizzería céntrica, comiendo lo más tranquilo con su familia.

Tierno tiene, además, graves denuncias por violencia de género, que fueron dadas a conocer por Página/12 en febrero de 2008, cuando era intendente. La denuncia fue hecha por una joven que mantuvo con Tierno una relación extramatrimonial. Una enfermera que había atendido a la joven cuando estuvo internada en el sanatorio Santa Rosa, luego de haber sufrido una agresión sin límite de Tierno, en 1984, cuando el imputado ocupaba cargos importantes en la gestión del ex gobernador Rubén Marín.

“Yo la atendí dos veces a aquella chica (...) estaba muy golpeada, no podía hablar (le habían quemado los pezones con un cigarrillo). Cuando pregunté quién era el autor de semejante salvajismo, me dijeron en el sanatorio que no preguntara nada, que me olvidara”, relató la enfermera.