Los resultados de las pruebas que cotejan las muestras de ADN halladas en las pertenencias de Lola Chomnalez, que se confirmó pertenecen a otra persona, con los datos genéticos que se les tomaron a todos los indagados a lo largo de la causa estarán hoy. Así lo informó ayer a este diario Jorge Barrera, abogado de la familia de la joven asesinada en Barra de Valizas hace más de tres semanas. La información que arrojen las pruebas es la apuesta más importante por estas horas de la jueza penal de Rocha a cargo de la causa, Silvia Urioste, luego de que el martes les tomara declaración por más de cinco horas a dos hermanos instructores de surf en las playas de Aguas Dulces y los dejara en libertad.

“Mañana (por hoy) estarán las pericias de ADN ordenadas por la jueza. Esperamos las novedades con cautela”, sostuvo el abogado. Las pruebas de ADN fueron ordenadas por la jueza Urioste, después de que el miércoles se confirmara que el patrón genético de los rastros de sangre hallados en elementos que pertenecían a la adolescente, una mochila, un pareo y una toalla, no era de la joven, sino que se corresponde con el de otra persona.

El cotejo de las muestras de ADN se realizan en base a los datos genéticos de una decena de personas que declararon en la causa y siguen bajo sospecha. Las pruebas son realizadas por la Policía Científica y demoran 48 horas.

El martes pasado, dos jóvenes de Aguas Dulces fueron indagados en el marco de la investigación del crimen de la joven. Se trata de dos hermanos, de 22 y 25 años, que fueron llevados al juzgado de Rocha, luego de que la jueza hiciera una recorrida sobre los 4800 metros que habría andado Lola por la playa el último día en que fue vista con vida.

Los hermanos prestaron declaración durante más de cinco horas e, incluso, uno de ellos fue sometido a estudios psiquiátricos. Según el abogado de los surfistas, Felipe González, “se determinó que es muy tímido y retraído”. El miércoles concurrieron nuevamente al juzgado, pero fueron dejados en libertad por la Justicia uruguaya. González recalcó que “en ningún momento estuvieron en condición de detenidos en la causa”.

“No hay indicios que incriminen a mis defendidos, volvieron al juzgado a culminar un diligenciamiento pendiente”, afirmó el abogado. Sobre la versión de algunos medios de prensa uruguayos que afirmaban que uno de los hermanos tenía antecedentes por haber intentado abusar sexualmente de una mujer, indicó que “no surge del expediente que mis defendidos hayan intentado abusar o asfixiar a ninguna mujer”.

Además, el letrado admitió la existencia de “un testigo que dijo haber visto a un hombre que seguía a la víctima” por la playa, la tarde del domingo 28 de diciembre, día en el que Lola de-sapareció, pero “ese testigo no reconoció (en rueda de personas) a ninguno de mis defendidos”.

Los hermanos se sometieron en forma voluntaria a una extracción de sangre para determinar sus ADN, con el fin de poder hacer una comparación con el patrón genético hallado en las pertenencias de Lola.

En la lista de detenidos de quienes se cotejarán sus patrones genéticos se encuentran, además, el artesano que encontró el cuerpo de la adolescente dos días después de su desaparición; el pescador apodado Conejo, cuyos rasgos faciales se correspondían con un identikit del sospechoso del crimen elaborado por la policía local; la madrina de Lola, Claudia Fernández, y el marido de ésta, Hernán Tuzinkevich. En este sentido, los abogados de la pareja presentaron una cámara de fotos que, de acuerdo con lo que sostuvieron a la prensa, tendría imágenes que corroborarían que Lola estaba con vida el mediodía del domingo 28 de diciembre, día en el que desapareció. La jueza no se pronunció al respecto todavía.

Lola Chomnalez, de 15 años, desapareció la tarde de aquel domingo, cuando salió de la casa de su madrina y del esposo de ésta, con quienes había ido a pasar unos días de vacaciones en Valizas. Tras dos días de búsqueda, su cuerpo fue encontrado sin vida semienterrado en una zona de médanos, en dirección a las playas de Aguas Dulces. De acuerdo con los peritos forenses, Lola murió de asfixia por sofocación.