Promediaba la mañana de un martes nublado y decenas de automovilistas circulaban para atravesar el río Jilong, como cada día, por la autovía de un puente en Taipei, capital de Taiwán. Sin embargo, algunos conductores comenzaron a notar, mientras captaban en fotografías y filmaciones, cómo un avión de enormes proporciones crecía ante sus ojos acercándose a la autovía hasta rozar a un taxi con el ala izquierda y terminar su inevitable caída en el río. “Me desmayé cuando nos golpeó”, declaró el taxista.

Al menos 31 personas murieron, 15 resultaron heridas y otras 12 permanecen desaparecidas luego de que el avión, que transportaba 58 pasajeros, chocara contra el puente y se estrellara en el río Jilong. El avión, de la empresa aérea taiwanesa TransAsia Airways, quedó inicialmente semisumergido y con uno de los laterales sobre la superficie. Mientras las cuadrillas buscan en el río Jilong a los desaparecidos, algunos rescatistas indicaron que existe “pesimismo” respecto de la suerte que pudieron haber corrido los 12 pasajeros.

El director del servicio de Bomberos, Wu Chun Hung, señaló, no obstante, que la búsqueda de sobrevivientes continuará, dado que “algunos pasajeros fueron despedidos del avión con sus asientos y estamos buscando en el río, porque pueden haber sido arrastrados por la corriente”. Además, manifestó a los familiares de las víctimas que harán todo lo posible por encontrar a los desaparecidos. En tanto, los familiares reclamaban a las autoridades de la compañía aérea precisiones sobre el número de fallecidos y heridos.

En rueda de prensa, el presidente de TransAsia, Chen Xinde, ofreció una “profunda disculpa” por el accidente del avión y se comprometió a investigar lo sucedido. Representantes del gobierno taiwanés indicaron que el avión había despegado de Songshan a las 10.52 hora local (23.52 del martes hora argentina) rumbo a la ciudad de Kinmen, en el suroeste de China. Según testigos del accidente, a pocos minutos de haber despegado el aparato, bimotor turbohélice ATR-72 de fabricación franco-italiana, se puso de costado y una de las alas golpeó contra un puente, justo en el momento en que pasaba un taxi, y se precipitó al agua.

La Administración de Aviación Civil de Taiwán informó que el piloto realizó tres llamadas de emergencia a la torre de control indicando “situación de extremo peligro” antes de precipitarse al agua. La operación de salvamento, en la que participaron más de 1000 efectivos y numerosas lanchas, balsas y helicópteros, se puso en práctica de inmediato, pero solamente lograron rescatar con vida a 15 personas.