El cuidacoches de 72 años detenido el lunes por el crimen de un policía federal, quien murió tras recibir un balazo frente a un boliche de San Justo, se negó a declarar, por consejo del defensor oficial asignado a su caso. En la indagatoria, el fiscal José Luis Maroto, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática Homicidios del Departamento Judicial de La Matanza, lo acusó de la tenencia ilegal de un revólver calibre .32, que estaba en su poder al momento de la muerte del oficial Johnatan Ramírez. El “trapito” sigue siendo el principal sospechoso, pero no fue imputado porque el peritaje balístico estableció que Ramírez recibió un balazo de un calibre .22. De todos modos, tras la indagatoria el fiscal Maroto solicitó a la jueza de Garantías Mary Castillo que disponga la detención forma por la tenencia ilegal del arma.