Por el ataque, Rojas resultó con el 40 por ciento del cuerpo quemado, con lesiones graves.
Foto: Leandro Teysseire

Tras cinco días de agonía, falleció la mujer que el lunes de la semana pasada fue prendida fuego en Berazategui por su pareja, quien permanece detenido y acusado de femicidio. María Rojas, de 45 años, murió el sábado en el Hospital Evita Pueblo; tenía el 40 por ciento del cuerpo quemado, pero fuentes de la investigación explicaron que “influyó más la gravedad de las quemaduras que la cantidad de la superficie corporal afectada”. Osvaldo Villasboas, el acusado por el asesinato de Rojas, ayer se negó a declarar ante el fiscal Daniel Ichazo, quien lo convocó para ampliar la indagatoria anterior y notificarlo sobre el agravamiento de la carátula tras la muerte de Rojas. Villasboas continúa detenido; anoche permanecía en una comisaría, a la espera de que el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) resolviera a dónde trasladarlo.

Rojas murió el sábado por la noche tras una complicación cardíaca derivada de las lesiones del ataque con fuego. Estaba en el mismo hospital al que había sido llevada el lunes cuando los vecinos de la anciana a la que cuidaba la vieron envuelta en llamas en la calle y dieron aviso al 911. Ayer, en la Morgue Judicial del cementerio de Ezpeleta se practicó la autopsia, tras lo cual los forenses confirmaron que la causa de muerte fueron las quemaduras, que eran del tipo A-B y afectaban el 40 por ciento de la superficie del cuerpo. Las lesiones más severas se registraron en las vías respiratorias, el maxilar, el cuello y el abdomen, por lo que fuentes de la investigación explicaron que en la muerte “influyó más la gravedad de las quemaduras que la cantidad de la superficie corporal afectada”.

Tras la muerte de Rojas, que era su pareja y con quien compartía hogar, Villasboas fue llevado ante el fiscal Ichazo para ampliar su declaración y ser informado de que, por el fallecimiento, la acusación contra él dejaba de ser “tentativa” de femicidio para convertirse en femicidio consumado.

Villasboas ya había sido indagado por el fiscal Ichazo por la “tentativa”. Ayer, asesorado por un defensor oficial, optó por no declarar, pero en la indagatoria anterior se había declarado inocente, y había asegurado que Rojas se había rociado con alcohol y prendido fuego por su cuenta. Los familiares de la mujer de- sestimaron esa versión y explicaron que Villasboas siempre la amenazaba con matarla de ese modo.

De acuerdo con Villasboas, ambos pasaron la noche del domingo 2 de agosto en la casa de una mujer mayor a quien Rojas cuidaba tres veces por semana; estuvieron charlando hasta las 5 de la mañana. El acusado aseguró que a las 7, cuando despertó, Rojas estaba “bañada en alcohol y amenazaba con prenderse fuego con un encendedor”. El, contó, optó por decirle “me voy a comprar facturas, después seguimos charlando” y salir de la casa. Aseguró que al regresar la encontró en la calle, prendida fuego. Al momento de ser aprehendido, dijo que regresaba del trabajo –aunque los investigadores establecieron que está desempleado– y entre sus ropas guardaba un encendedor.

Los vecinos de la casa, en cambio, aseguraron que durante la noche se escucharon gritos. Ante la Justicia, un barrendero municipal que cumplía su turno por la zona esa mañana, testimonió que le pareció ver a Villasboas salir de la casa minutos antes que Rojas. Los vecinos, que además alertaron al 911 para pedir policía y ambulancia al ver a Rojas en llamas, contaron a los investigadores que mientras distintas personas procuraban apagar el fuego y ayudar a la mujer, Villasboas estaba “desaprensivo”, “sin mostrar conmoción” y que se limitaba a señalar que su pareja era paciente “psiquiátrica”.

Anoche el acusado permanecía alojado en la comisaría 1ª de Berazategui, a la espera de que el SPB resolviera adonde trasladarlo en tanto la Justicia resuelve su situación procesal.

El ataque contra Rojas sucedió el lunes pasado por la mañana, en una casa de la calle 155 entre 8 y 9, de Berazategui, donde ella trabajaba cuidando a una anciana.