El sacerdote Julio César Grassi prestó declaración en la causa iniciada hace un año por presunto desvío de fondos y donaciones destinados originalmente a la Fundación Felices los niños. Este desvío se habría producido hacia la unidad penitenciaria de la localidad bonaerense de Campana, donde está alojado el cura condenado a 15 años de prisión por abuso sexual de un menor que concurría a su Fundación. Grassi fue indagado en la fiscalía 8 de Morón por Adriana Suárez Corripio, en el marco de una denuncia por peculado en la que se investiga presunto lavado de dinero y administración fraudulenta. En 2014, quien era director de la Fundación, Juan Manuel Casolati, hizo la denuncia penal. Además del sacerdote hay otras cuatro personas involucradas en la causa, todos ayudantes, secretarios y choferes que trabajaban en la Fundación cuando Grassi la dirigía.