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Una joven que fue víctima de explotación sexual en Tucumán contó durante un juicio a una banda de tratantes que muchas veces “tomaba droga y alcohol” para soportar que eran obligadas a trabajar “con al menos 15 clientes por día”.

La joven, que declaró como testigo en el proceso, se refirió con nombre y apellido a cada uno de los siete acusados de integrar una organización criminal que se dedicaba a captar, trasladar y explotar sexualmente a mujeres en situación de vulnerabilidad.

La banda fue descubierta tras una serie de allanamientos efectuados en septiembre del 2013 por orden que impartió el juez federal Daniel Bejas a partir de una denuncia que había realizado la Fundación María de los Angeles, cuya responsable es Susana Trimarco. “Trabajábamos casi 25 chicas y de lo que ganábamos era 50 por ciento para la casa y 50 por ciento para nosotras”, señaló la testigo de identidad reservada, quien contó que “un pase con un cliente de 15 minutos valía 100 pesos, el de media hora costaba 200 y el de una hora valía 400”.

Los lugares donde se concretaban esos delitos –de acuerdo con la investigación– eran los prostíbulos California, ubicado en Marco Avellaneda 666, y Night Club, situado en el pasaje Sargento Gómez 50, en la zona de El Bajo, ambos en la capital provincial.