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La Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Isidro confirmó ayer que Horacio Conzi, el empresario gastronómico acusado de asesinar en enero pasado al joven Marcos Schenone, seguirá preso hasta el juicio oral. “Se resuelve confirmar el auto de procesamiento y (...) convertir en prisión preventiva la actual detención (...) por considerarlo ‘prima facie’ autor penalmente responsable de los delitos de homicidio simple y homicidio simple en grado de tentativa en cuatro hechos”, en contra de Schenone y de las personas que lo acompañaban a bordo de un remise. Los jueces aprobaron en forma contundente la acusación fiscal contra Conzi, pero ordenaron investigar dos aspectos cuestionados por la defensa del empresario: aspectos de la pericia balística y la declaración de empleadas del restaurante Dallas que perjudican al imputado.
El grueso de la acusación fue avalado por los camaristas Fernando Maroto, Emilio Rodríguez Mainz y Raúl Borrino. En esta causa, que antes de fin de año sería elevada a juicio oral, Conzi podría ser condenado a una pena de 8 a 25 años de prisión. La Sala Uno resolvió “remitir fotocopias certificadas” a la fiscalía de turno “ante la posible comisión de delitos de acción pública” que la defensa adjudica al fiscal Mario Kohan.
El abogado de Conzi, Fernando Burlando, denunció supuestas irregularidades en torno de la cantidad de proyectiles incautados en la escena del crimen (si fueron dos o tres) y a la deficiente conservación de los mismos. Burlando quiere demostrar que se cambiaron las balas para imputar a Conzi, en cuya casa se encontró el arma utilizada en el hecho. Otro aspecto cuestionado es la declaración de cuatro empleadas de Dallas, el restaurante de Conzi, que luego intentaron rectificarse parcialmente.