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La avenida Corrientes, entre Suipacha y Carlos Pellegrini, se transformó anoche en una milonga al aire libre. O en una rave, como la bautizaron sus promotores, para escándalo de los tangueros más recalcitrantes. Lo cierto es que el bailongo masivo fue el punto culminante de la celebración del Día del Tango, organizada por la Secretaría de Cultura porteña.
Las nuevas tendencias en la música ciudadana, la danza, la moda y la gastronomía fueron los ejes del Festival de Tango Joven. Comenzó en el Palais de Glace, donde actuaron jóvenes agrupaciones, como es el caso de El Arranque, La Chicana, Bardos Cadeneros, Las del Abasto y Las Muñecas. Las melodías no se limitaban al sonido tradicional del tango sino que se entremezclaban con efectos de música eléctrica y modernos acordes.
Los homenajes fueron variados y diversos; al punto de que el Bajo Fondo Tango Club, capitaneado por Gustavo Santaolalla, después de actuar en el Teatro Opera, invadió la avenida Corrientes, con música de DJs e imágenes proyectadas en tiempo real.