“El aborto es un crimen y no un mal menor”, repitió el papa Francisco a su regreso de su gira por México. Y sostuvo que no se trataba de un problema teológico sino humano. Por otro lado, lo diferenció del hecho de evitar el embarazo, “que no es un mal absoluto”, agregó el Papa.

Las declaraciones, que realizó durante su viaje de regreso, dispararon críticas desde la Comunidad Homosexual Argentina (CHA). Asimismo, una periodista y docente de la Universidad Nacional de Córdoba afirma que aquellos países donde la práctica de interrupción del embarazo es legal se registra una notable baja en los índices de mortalidad materna.

“El aborto no es un mal menor. Es un crimen. Es echar fuera a uno para salvar a otro. Es lo que hace la mafia. Es un crimen, es un mal absoluto”, aseguró el papa Francisco en el avión que ayer lo trajo de regreso a Roma desde México, en una de las acostumbradas rondas de prensa que suele brindar en pleno vuelo. Consultado sobre posibles “males menores” ante el virus del zika, el pontífice expresó: “Hablamos en términos de conflicto entre el quinto y el sexto mandamiento. Paulo VI, el Grande, en una situación difícil en Africa permitió a las monjas usar anticonceptivos para casos de violación”, aleccionó. Seguidamente pidió “no confundir el mal de evitar el embarazo, por sí solo, con el aborto”.

El jefe de la Iglesia de Roma también expresó que “el aborto no es un problema teológico: es un problema humano, es un problema médico. Se asesina a una persona para salvar a otra en el mejor de los casos, o para pasarla bien. Va contra el juramento hipocrático que los médicos deben hacer. Es un mal en sí mismo, pero no es un mal religioso: es un mal humano”, destacó en referencia sobre posibles posturas para frenar el avance de la enfermedad.

“Después, evidentemente, como es un mal humano, cada asesinato es condenado. En cambio, evitar el embarazo no es un mal absoluto. En ciertos casos, como en el que he nombrado de Paulo VI, era claro. Yo exhortaría a los médicos a que hagan de todo para encontrar las vacunas contra estos mosquitos transmisores. Sobre esto se debe trabajar”, concluyó Francisco.

“Pienso que el Papa tiene la libertad absoluta de expresar su opinión, aún sobre algo que la Iglesia ya tiene posición tomada hace tiempo”, afirmó en diálogo con Página/12 Irina Morán, docente de la Universidad Nacional de Córdoba y periodista, aunque de inmediato añadió que “como feminista defiendo los derechos de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo. No soy pro-abortista, porque el aborto no es una práctica feliz, es una decisión difícil, compleja. De hecho no conozco a nadie que interrumpa su embarazo porque sí nomás. Pero tampoco soy quién para juzgar la decisión de tener un hijo. El deseo de maternidad es irrefrenable y hay situaciones en que el deseo de abortar también lo es”.

La periodista sostuvo que la educación sexual “debe empezar desde la niñez. Soy defensora de derechos de salud reproductiva y una ferviente promotora de la educación sexual. El desarrollo sexual es muy importante para todos, hombres y mujeres. Con educación aprendemos a hablar con nuestro cuerpo y así tener herramientas suficientes para decidir si queremos o no armar una familia”, y aseguró que “gran parte de las chicas que se someten a un aborto inseguro pertenece a sectores postergados”.

En ese sentido, Morán afirmó que en los Estados donde el aborto sigue siendo una práctica clandestina, las mujeres son más proclives a perder la vida por mala praxis. “Por eso, con la implementación de políticas públicas ad hoc se garantizan menores riesgos para la mujer que decide interrumpir su embarazo. De hecho, en Uruguay, a partir del aborto legal, el índice de mortalidad materna bajó a cero. Cada mujer con su determinado credo puede hacer lo que quiera con su sexualidad: la ley sólo garantiza y amplía derechos, no obliga a abortar. En la Argentina, la práctica es no punible sólo en casos puntuales de enfermedad o por violación”, concluyó.

Por su parte, César Cigliutti, presidente de la CHA, manifestó que “el uso del preservativo no es sólo para evitar embarazos sino que es el principal elemento frente a la pandemia del sida. En este tema aún esperamos que el Vaticano cambie su política internacional”. Por último, Pedro Paradiso Sottile, secretario de la CHA, señaló que “cuando se habla del preservativo también hay que referirse sobre el VIH, sobre educación sexual integral, sobre derechos sexuales y reproductivos; y desarrollar en la población una cultura de prevención, respeto y solidaridad. La postura del Vaticano al respecto no cambió nada”.