SOCIEDAD

A Michael Jackson el futuro se le está volviendo cada vez más negro

El fiscal acusó formalmente al cantante pop por siete cargos de abuso sexual contra un niño de 12 años. Jackson enfrenta así una acusación que puede derivar en una condena de hasta 24 años de cárcel. Versiones de una supuesta conversión de la estrella al Islam.

En medio de un escándalo que incluyó hasta la historia de una supuesta conversión al islamismo, el cantante Michael Jackson recibió ayer formalmente la acusación de abusar sexualmente de un menor después de alcoholizarlo. La fiscalía de Santa María, cerca de su residencia de Neverland, fue la encargada de pronunciar los cargos por los que podría recibir una condena de hasta 24 años de prisión. Jackson no estuvo presente en la acusación a la que en alguna oportunidad se refirió como parte “de una gran mentira”. Pero según el acta de la fiscalía, entre el 7 de febrero y el 10 de marzo de 2003, Jackson, “de manera intencionada, ilícita e impúdica cometió actos obscenos y lascivos en el cuerpo y ciertos miembros” del niño que se ha convertido en su víctima. Para enfrentar la hora de los anuncios sobre el fallo, los hombres de la fiscalía montaron una operación a la medida del cantante: no hablaron directamente con los medios, canalizaron las consultas a través de una empresa de relaciones públicas. La medida disgustó a los allegados de Jackson.
El fiscal de Santa Barbara Tom Sneddon había anticipado el resultado del fallo y fue él mismo quien contrató a una agencia de relaciones públicas para canalizar la interminable cantidad de llamados y consultas que se dispararon a lo largo del día desde los medios de comunicación de todo el globo. Esa decisión aceleró el trabajo de la prensa, pero fue uno de los motivos que irritó a los hombres de Jackson durante todo el día. Brian Oxaman, uno de los hombres mencionado como portavoz de la familia, lo hizo saber a su modo: “El fiscal del distrito –lanzó– debería juzgar el caso en los tribunales y no en la prensa”.
El dictamen contra Jackson es producto de la acusación que recibió por parte de los padres de un niño de 12 años, enfermo de cáncer, que soñaba con conocerlo. De acuerdo a la denuncia, el niño se encontró con Jackson en el hospital donde estaba internado y más tarde se habría ido con él a la residencia californiana donde reside habitualmente. Ese escenario, según el niño, habría sido el contexto de la situación de abuso.
El acta de acusación precisa que el cantante lo hizo “con la intención de despertar, atraer y gratificar la lujuria, la pasión y los deseos sexuales del menor”. El 19 de noviembre pasado, el propio fiscal Sneddon había anunciado que la estrella enfrentaba múltiples acusaciones por agresiones sexuales contra el chico. En los hechos, la fiscalía presentó ahora siete cargos por abuso sexual y dos por suministrar alcohol con intención de cometer un delito.
Cuando se desató el escándalo, el cantante estaba en Las Vegas. Se presentó a la policía al día siguiente, en medio de una tormenta de flashes mediáticos. La Justicia decidió liberarlo bajo fianza pero desde entonces no ha vuelto a aparecer en público. Para evitar su fuga, le confiscaron su pasaporte, aunque ahora se lo devolverán para que pueda pasar las celebraciones de fin de año en Gran Bretaña. Jackson estará allí desde hoy hasta el 6 de enero, a la espera de la primera audiencia preliminar en la Justicia, fijada para el 16, el día en el que hará por primera vez su descargo.
En tanto y mientras se esperaba la definición de los cargos, el entorno de Jackson tuvo que verse con todo tipo de acusaciones. El diario New York Post lanzó uno de esos escándalos con una publicación en la que lo vinculaba al islamismo. Según el matutino, Jackson se convertiría al Islam luego de recibir la visita de un responsable del movimiento musulmán negro estadounidense llamado Nation of Islam. La edición dijo que “el rey del pop adoptará una nueva personalidad como Jackson X”, en relación a Malcolm X, el militante negro asesinado en Nueva York en 1965. Sus voceros y allegados no se demoraron en salir a replicar esas revelaciones. Stuart Backerman, en este caso, fue quien negó saber algo de esas supuestas conversiones islámicas.
En tanto, Mark Geragos, el abogado de Jackson, difundió su propia teoría sobre la imputación y la causa. Está convencido de que los padres del niño llevan adelante el juicio en medio de una batalla judicial por la custodia de su hijo. Después de divorciarse, consideraban que la amistad de su hijo con Jackson les reportaría un “billete de lotería”.

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Pese a la acusación formal del fiscal, Jackson pidió permiso para pasar Navidad en Gran Bretaña.
La fiscalía contrató a una agencia de relaciones públicas para manejarse con la prensa mundial.
 
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