Hoy vence el plazo para que la justicia brasileña resuelva sobre la situación de los cuatro rugbiers argentinos detenidos en la cárcel de Bangú tras una reyerta en un boliche de Río de Janeiro. “Estamos esperando que se expida el juez Marcello Baptista, hasta entonces no hay novedades. Están trabajando los abogados”, explicó a este diario Fernando Magliardi, capitán del equipo Los Cedros, del que son parte Adrián Augusto Donato, Patricio Velázquez, Hernán Gabriel González y Tomás Fernández, los jugadores de entre 28 y 31 años sobre quienes pesa la prisión preventiva por “lesiones graves” ocasionadas en la pelea al policía Gustavo Ribeiro que se encontraba de civil y en su tiempo libre en el boliche.

De los siete demorados en la discoteca del barrio de Gávea el 11 de marzo, cuatro permanecen privados de su libertad, en tanto que otros tres (Ignacio Iturraspe, Matías Tapia y Fermín Ibarra) continúan en Brasil, a la espera de lo que suceda con sus propias situaciones procesales y las de sus compañeros. El fin de semana, la novia de uno de los detenidos, que además es abogada y los representa en la causa, concurrió al penal para visitarlos, gracias a gestiones del consulado argentino. “Pudo verlos, hablar con ellos”, precisó a Página/12 el capitán Magliardi. “Los vio bien pero angustiados, tristes. Están esperando que termine esta tortura”, agregó Magliardi, quien señaló que “el consulado se está portando muy bien, 11 puntos”.

Los deportistas están alojados en el Complejo Penitenciario de Gericinó, en Bangú, en las afueras de Río de Janeiro. El lugar, construido en 1987, es un penal de máxima seguridad, que cuenta con 26 unidades carcelarias, para hombres y mujeres, y recibe alrededor de dos mil visitas de familiares de presos por día.

El viernes 11 de marzo, parte del equipo de Los Cedros, que se encontraba en Río de Janeiro para jugar una serie de encuentros amistosos como parte de su pretemporada, salió a disfrutar la noche de la ciudad. En el boliche Palaphita Kitch, del barrio Gávea, siete de los jugadores terminaron involucrados en una escalada de agresiones verbales que terminó con pelea física. Los deportistas “sabían de la peligrosidad que implica meterse en una pelea en un bar de Brasil. El error fue no haber agotado todas las instancias para evitarla. No hay que poner excusas, el resultado fue desafortunado, para el policía agredido y para los chicos”, evaluó el DT de Los Cedros, Pablo Di Nisio, poco después de conocido el episodio y cuando los jugadores ya estaban detenidos.

En la pelea, el agente de policía Ribeiro, que estaba de civil y en su tiempo libre, sufrió fractura de maxilar y rotura de un diente. Por ello, denunció a los deportistas argentinos por “lesiones corporales graves” y “desacato”.

El equipo Los Cedros, de Malvinas Argentinas, compite en el Grupo III de la Unión de Rugby de Buenos Aires. Se encontraba en Brasil para disputar una serie de encuentros amistosos previos al inicio de la temporada local. El capitán Migliardi, quien estuvo en Río cuando sucedió el altercado, regresó a Argentina a principios de la semana pasada y detalló entonces que la situación fue “lamentable”. “Estábamos llevando una pretemporada magnífica, pero la rivalidad entre brasileños y argentinos siempre genera hostilidades. Y Río es una ciudad brava. Los chicos sólo salieron a divertirse, tomar algo con alguna chica, normal. Y los que provocaron (la pelea) también estaban en la misma fiesta. No es que le pegamos a la autoridad: fue un malentendido. No quiero se que ensañen con los chicos”, procuró aclarar al detallar lo ocurrido.

En la sección de noticias de su página web, la comisión directiva del club Los Cedros dio a conocer un comunicado en el cual califica como “excesiva” la “decisión de encarcelar y prohibir el regreso al país de los socios”.