SOCIEDAD
Un árbol contra la impunidad
“A los familiares nos une el dolor de una madre, de un padre o de un hermano que esta Navidad brindará con el recuerdo y la promesa de no vender un ideal, ni la memoria por nada del mundo.” De ese modo, Luis Ozuna intentaba explicar ayer por qué había decidido trasladarse a la Plaza de Mayo, junto a familiares de víctimas del gatillo fácil y de accidentes de tránsito, para construir un árbol de Navidad gigante con las fotografías de todos sus muertos. Los familiares de más de un centenar de víctimas estuvieron a la tarde en la Plaza de Mayo construyendo el árbol navideño que alcanzó los cinco metros de altura. Aunque la lluvia les impidió pasar allí toda la noche, tal como estaba previsto, los familiares repartieron volantes entre los que pasaban junto a la Pirámide, y entre los automovilistas, a quienes les fueron contando algunos párrafos de las historias de cada una de las víctimas.