SOCIEDAD › EL GOBIERNO PORTEÑO INAUGURA HOY LA RENOVADA PLAZA FLORES
Un nuevo espacio para el Angel Gris
Hoy quedará abierta la Plaza Pueyrredón (Plaza Flores).
Estará más iluminada y tendrá dos garitas con vigilancia.
La intención es devolver seguridad a un espacio público que había sido ganado por la prostitución y la droga.
Las imágenes de los chicos que piden una vuelta más en la calesita, de los jubilados que analizan cada jugada sobre el tablero de ajedrez y de las parejas que reciben el atardecer volverán a colarse a partir de ahora en la Plaza Flores, después de una intensa remodelación realizada durante los últimos tres meses, que será inaugurada hoy a las 16. Además de las mesas, bancos y luminarias instaladas, la restauración encarada por el Gobierno de la Ciudad busca terminar con la inseguridad en el lugar y devolverle el “aire de plaza de barrio que perdió en la última década”, según cuenta José María Piñeiro, vecino del lugar desde hace 75 años.
“Antes, las familias que vivían en la zona se reunían en la plaza para pasar Año Nuevo. Pero hasta hace tres meses no se podía ni siquiera cruzarla porque se corría el riesgo de no salir”, detalló Piñeiro. A tono, el arquitecto a cargo del proyecto, Guillermo Gutiérrez Ruzo, manifestó que este espacio público “estaba muy deteriorado: había marginalidad y prostitución”.
Para contrarrestar la inseguridad, la Secretaría de Medio Ambiente y Planeamiento Urbano, encargada de la obra, instaló dos garitas de seguridad con vigilancia las 24 horas, agregó mayor cantidad de faroles y llevó a cabo una poda selectiva de árboles para que ingresara más luz a la plaza, que posee poco menos de cien años. Es que, según coincidieron los vecinos y el arquitecto, el lugar, rodeado por las copas de los árboles, “era muy oscuro, lo que generaba mayor inseguridad”.
Esta remodelación es la segunda obra de magnitud en espacios públicos de la ciudad. El primero fue el Parque Rivadavia. El año próximo, el turno le llegará al Parque Centenario, con una restauración que pretende “el ordenamiento de la venta de libros y la puesta de los espectáculos”, según adelantó el secretario de Medio Ambiente, Eduardo Epszteyn. En este sentido, el funcionario explicó que la obra del parque ubicado en Caballito ya está incluida en el Presupuesto 2004 y que, ahora, el próximo paso es el llamado a licitación, luego del diseño del proyecto.
En tanto, la Plaza Flores, ubicada entre la avenida Rivadavia, Artigas, Yerbal y Fray Cayetano Rodríguez, será inaugurada hoy con la presencia del jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, además de Epszteyn. A pesar de las cintas que bordeaban ayer el lugar para impedir el ingreso de los vecinos antes de la inauguración, los habitantes de la zona no se perdieron la oportunidad de volver a pisar la plaza después de tres meses e ingresaron de todas formas. “La gente estaba ansiosa por disfrutar del lugar. Y desde que sacamos el cerco perimetral que rodeaba la obra, fue imposible que los vecinos no entraran”, señaló Gutiérrez Ruzo.
A partir de la remodelación, que generó un desembolso de 540 mil pesos, la plaza contará con 64 bancos nuevos, seis mesas con tableros de ajedrez, senderos, una veintena de faroles, cestos de basura y arbustos que bordean los jardines. Además, fue instalado un sistema de riego automático, bajo la dirección del ingeniero Martín Groppa, y se actualizó la distribución de los juegos, ubicados sobre Yerbal, para que cumplan con las normas internacionales de seguridad.
Por otra parte, en la obra de la plaza también intervino el Ente de Mantenimiento Urbano Integral y la Dirección General de Espacios Verdes.
“Tratamos de resolver la contradicción entre el espacio público de barrio y el centro de intercambio de transportes que conviven en la plaza, ya que se encuentra a una cuadra de la estación Flores”, explicó el arquitecto.
Por su parte, Epszteyn indicó que se ampliaron las veredas para que pueda circular mayor cantidad de personas por allí y dejar que la plaza sea usada como tal, en vez de convertirse en un paso para tomar el transporte.
Según el funcionario, el objetivo de esta obra es que haya “un mejor uso, más control policial y, sobre todo, más seguridad”. En este último punto, las versiones de los vecinos coinciden: la plaza “era muy insegura”, dicen. Emiliano Hoyos, que vive frente a este monumentohistórico, sostuvo que el lugar “era muy peligroso porque había poca iluminación”, en tanto que Fredy Lima, que habita en un edificio ubicado sobre una de las calles que dan a la plaza, aseguró que “había muchos robos”.
Daniel Mernes, otro vecino del barrio, tampoco se quedó atrás: “Era un desastre, circulaba mucha droga”. Mientras disfrutaban del sol desde los bancos de la plaza horas antes de su inauguración, los vecinos también estimaron que a partir de la remodelación y el control policial “habrá más seguridad”.
A pesar de ser conocida como Plaza Flores, esta manzana lleva en realidad el nombre de Plaza Pueyrredón, tal como lo indica el monumento ubicado sobre la avenida Rivadavia. Durante la obra, se hallaron restos arqueológicos que fueron donados a la Universidad de Buenos Aires. Es que antes de convertirse en un espacio público, la plaza, donada en 1808 por Ramón Francisco de Flores, fue un estacionamiento de carretas, un potrero, un pequeño mercado y hasta un campo de fusilamiento, según data la historia.
Informe: Maricel Seeger.