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Al cumplirse 14 meses del crimen de María Marta García Belsunce, varias decenas de amigas y allegadas a la víctima realizaron un acto en la puerta del cementerio de la Recoleta, donde se encendieron velas como una forma simbólica de “iluminar a la Justicia” para que pueda llegar al esclarecimiento del caso. “Cuando el 27 de octubre pasado hicimos el primer acto, sentíamos angustia y desesperación porque la investigación estaba parada, pero ahora estamos más esperanzadas porque hubo algunos avances”, declaró a la prensa Susan Murray, amiga de María Marta y presidenta de Missing Children, la organización no gubernamental con la que colaboraba la víctima. Entre los hechos positivos, Murray señaló las pruebas de ADN a la que se sometieron tres de los sospechosos. En cuanto al resto de los presuntos implicados, incluyendo a Carlos Carrascosa, marido de María Marta, la mujer estimó que si siguen negándose a pasar por esa prueba, el motivo “debe estar en sus conciencias”.
El acto se realizó a partir de las 19 en la puerta principal del cementerio, donde unas 30 personas, entre amigas, allegadas y vecinos de María Marta, prendieron velas para “iluminar” al Poder Judicial. Murray recordó que el 27 de octubre pasado, al cumplirse un año del crimen, el fiscal Diego Molina Pico había dicho que “la investigación estaba parada” y ellas tuvieron “la fuerte sensación de que el caso no se iba a resolver nunca”. Dos meses después, según ella, “lo que sentimos es que la investigación ha tenido algunos avances”.
En ese sentido mencionó “dos casos puntuales”. El primero fue “la elevación a juicio oral de la causa por el certificado de defunción falso con el que quisieron hacer pasar la muerte de María Marta como un accidente”. Según Murray, ese paso “demuestra que la Justicia quiere avanzar” en el esclarecimiento. El otro hecho positivo es que Molina Pico “consiguió que al menos tres personas que estaban sospechadas, después de ocho meses de suspensiones, se extrajeran sangre para compararla con las muestras encontradas en la escena del crimen”. De ese modo aludió a las pericias a las que accedieron el vecino Nicolás Pachelo, la masajista Beatriz Michelini y el vigilador privado José Ortiz. Ahora fue descartada la presencia de los tres en la escena del crimen.
“Nosotras creemos que están dadas las garantías para que todos los sospechosos se sometan al examen de ADN, y si no quieren hacerlo, el motivo de la negativa debe estar en sus conciencias.” María Marta García Belsunce fue asesinada de seis balazos en la cabeza el 27 de octubre de 2002 en su casa del country Carmel de Pilar. Desde un principio la familia de la víctima instaló la idea de que había sufrido un accidente en la bañadera, pero luego se comprobó que había sido un homicidio.