“No vamos a parar, estuvimos treinta y cinco días para encontrarla y así nos lleve la vida, vamos a seguir para pedir justicia por ella”, afirmó ayer Mónica Cid, madre de Micaela Ortega, la niña de 12 años asesinada en Bahía Blanca. La mujer dijo que creen que “hay muchos responsables” de lo que le ocurrió a su hija, más allá de Jonathan Luna, de 26 años, el único detenido hasta el momento. “Yo no sé si este hombre trabajó solo”, insistió Cid, para luego señalar: “No sé si su familia no tiene algo que ver”. Sobre la personalidad de Luna, un vocero judicial agregó un dato que provoca escozor: “En uno de los perfiles de Facebook que tenía el detenido, ofreció en venta una planchita de pelo por mil pesos durante el corriente mes de mayo”. Era una de las cosas que la niña llevaba en su mochila y que Luna le robó, cuando ya la había asesinado. La planchita fue encontrada en la casa del detenido, junto con el celular de Micaela.

Mónica Cid, la madre de Micaela, sostuvo ayer que su duelo empezó “el día que Mica se fue” de la casa familiar, el 23 de abril, dado que “sabía que era muy grave, lo de Mica no era un berrinche, que se la habían llevado lo supe desde un primer momento y se los dije a todos”.

La mujer tuvo tiempo para agradecer a quienes participaron en la búsqueda de la niña: “Encontré gente que buscaba a mi hija de verdad, gente grandiosa, laburaron a la par nuestra y con el corazón”.

Con la voz quebrada, la mujer cuestionó la demora que sufrieron para que desde Facebook les habilitaran el ingreso a la cuenta de su hija y poder saber con quién había mantenido contacto.

“¿Cómo puede ser que Facebook haga tan rápido en abrir una cuenta o crear un perfil y (que sea) tan difícil poder abrirlo?” para tener información sobre quiénes son los contactos de esa cuenta. Cid aseguró que antes de que su hija desapareciera ella controlaba su perfil y por eso la niña abrió otro con diferente nombre. De esa forma fue que se contactó con Luna, quien desde de uno de sus cinco perfiles se hizo pasar por una chica de la misma edad de Micaela, para entablar amistad con la ella en febrero de este año. Por esa vía se ganó su confianza y logró convencerla para que se encontraran, siempre haciéndose pasar por una niña de la misma edad y con iguales inquietudes.

Fuentes judiciales ratificaron ayer que Luna “tenía 1700 contactos, de los cuales un 95 por ciento son chicas de la edad de Micaela”. Esto surge del informe aportado por The National Center for Missing & Exploited Children, de Estados Unidos, la organización que trabaja contra la pedofilia y la explotación de niños, y que colabora en la búsqueda de jóvenes desaparecidos.

Fernanda Petersen, la abogada de la familia de Micaela, cuestionó el hecho de que “nadie buscara” a Luna, a pesar de que estaba prófugo desde diciembre de 2014, cuando accedió a una salida transitoria del Establecimiento de Ejecución Penal 2 de la ciudad rionegrina de General Roca, donde estaba preso por robo. Luna salió por primera vez, por 24 horas, y nunca regresó.

“Si esta persona (por Luna) tenía (otros) perfiles de Facebook en los que ni siquiera se tomó el trabajo de ocultar su cara ni sus datos, más allá de cambiar algún nombre, evidentemente es porque nadie está buscando a nadie”, dijo refiriéndose a las autoridades policiales y del Servicio Penitenciario de la provincia de Río Negro. Por esa razón, Petersen pidió que sean identificados los responsables del Establecimiento de Ejecución Penal 2 de Roca y que sean sancionados los que no realizaron la búsqueda para dar con su paradero. Del mismo penal, en octubre de 2013, se escaparon doce presos, a través de un túnel que unía el patio de la unidad con el afuera.

“Creo que es necesario que desde el Estado se hagan responsables de estas cosas y se hagan cargo de estas fallas y hagan los cambios que tienen que hacer”, recalcó Petersen. La abogada aseguró que “hay un sistema de connivencia, complicidades y responsabilidades que hacen que Luna haya salido libremente y ni siquiera se haya tomado el trabajo de esconderse para evitar ser recapturado”.

En coincidencia con la madre de Micaela, la abogada cuestionó severamente que nadie haya pedido que “se aceiten los mecanismos para que Facebook, de manera inmediata, conteste lo que le pide una fiscalía de nuestro país”. Al principio, se pensó que Micaela había sido víctima de una red de trata de personas, hasta que se encontraron pruebas que llevaron a Luna y a su perfil de Facebook.

Dos semanas después de la desaparición de la niña, en un video registrado por una cámara de seguridad se la vio caminar junto a un hombre. María Espinoza, de 55 años, pareja de Luna, admitió que lo había reconocido en la filmación, pero no hizo la denuncia.