“Los hechos se encuentran probados, pido un veredicto condenatorio”, dijo la fiscal María Florencia Budiño, al solicitar una pena de 40 años de prisión para el disc jockey Jorge Martínez Poch, de 53 años, por abuso y corrupción de sus dos hijas cuando eran menores de edad y por privar de su libertad, golpear y violar a Vanesa Rial, su novia, en septiembre de 2013.

Por su parte, los abogados de Rial, Julián Rimada y Martina Rafatto, pidieron 25 años por “privación ilegal de la libertad, agravada en concurso real y abuso sexual agravado con empleo de narcóticos”.

En tanto, el Tribunal Oral 1 de La Plata informó que el próximo miércoles 31 dará a conocer el veredicto.

El juicio oral contra el disc jockey por privación ilegal de la libertad doblemente agravada y abuso sexual con acceso carnal a su pareja y corrupción de menores agravada y abuso sexual gravemente ultrajante de sus hijas, comenzó el 1 de agosto en el TOC 1 de La Plata , cuya sala esta integrada por los jueces Juan José Ruiz, Carmen Palacios Arias y María Isabel Martiarena.

Ese día, antes del inicio del juicio oral, Poch había declarado ante la prensa: “Estoy definitiva, rotunda y categóricamente condenado mediáticamente; un millón de palabras y una tonelada de papel me hicieron el peor tipo de la Argentina y yo aún no hablé”, para luego agregar que de lo único que se arrepentía era de “haber invitado a cenar a Vanesa” Rial. Con relación a la denuncia presentada por sus hijas, acotó que “no saben lo difícil que fue criar solo a una familia”, aludiendo a la viudez que lo obligó a hacerse cargo de sus dos hijas cuando tenían 6 y 7 años.

Vanesa Rial relató en el juicio durante más de tres horas los padecimientos a que fue sometida, contó cómo la drogaba, la golpeaba y hasta jugaba a hacer tiro al blanco con rifles y cuchillos arrojados hacia el cuerpo de ella. “Yo quería escapar, siempre quise escapar pero no tenía voluntad debido al alcohol y las pastillas que me obligaba a tomar”, explicó Vanesa al Tribunal cuando el juez Juan José Ruiz le preguntó “¿por qué no escapó?” En tanto, las hijas declararon los abusos a los que las sometió y contaron que sufrieron encierro, tocamientos en sus partes íntimas, abuso sexual y que eran obligadas a ver filmes pornográficos y a presenciar los actos sexuales de su padre con otras mujeres.

Durante el juicio, otras cuatro ex parejas acusaron a Martínez Poch de haber ejercido violencia física y moral durante el noviazgo. Varios peritos que evaluaron al disc jockey confirmaron su perfil psicópata.

Julián Rimada, el abogado de Vanesa Rial, sostuvo que “tanto los testimonios de Vanesa como los de las hijas del imputado y otras ex pareja confirman el estilo de vida del hombre, un patrón de conducta común hacia las mujeres, de violencia física, psicológica, cosificación, abuso de drogas y narcóticos, que configuran un caso típico de violencia de género”.

El caso que llevó a Martínez Poch ante los tribunales comenzó el 24 de septiembre de 2013 cuando su pareja, la abogada platense Vanesa Rial, fue rescatada por la policía del departamento del disc jockey. Tras ser liberada, denunció a su pareja por haberla mantenido cautiva, torturado, drogado y abusado sexualmente de ella.

Dos días después Poch sumaba denuncias. Dos de sus hijas, de 19 y 20 años al momento de la denuncia, se presentaron a la Justicia y acusaron su padre, con el que ya no vivían, por los abusos a los que las había sometido desde que tenían 7 y 8 años, hasta que cumplieron 15 y 16.

Ocho días después, durante un allanamiento que realizó el fiscal platense Marcelo Romero en un departamento de La Plata, donde convivía Martínez Poch con Rial, secuestraron medicamentos psicotrópicos, analgésicos y jeringas, con los que según la mujer la había mantenido drogada.