La Legislatura porteña aprobó por unanimidad el boleto estudiantil gratuito para casi 300.000 alumnos de los niveles inicial, primario y secundario, durante un debate que consideró la sanción de la ley como “una conquista del movimiento estudiantil”. El consenso alcanzado para la votación, que fue de 53 votos positivos, ninguno negativo y ninguna abstención, priorizó “dar un paso” hacia la concreción de ese histórico reclamo pese a que los bloques de la oposición lo consideraron “restrictivo” e “insuficiente”.

El beneficio que regirá a partir del 1º de noviembre favorece a todos los estudiantes de las escuelas públicas de los tres niveles y de establecimientos privados que reciban un subsidio de un ciento por ciento, junto a los que cursan el secundario en los Centros de Formación Profesional. Pero no incluye a los universitarios ni terciarios ni tampoco a los que cursan modalidades de terminalidad del secundario como el programa Fines, así como tampoco a docentes o trabajadores de la educación.

El boleto abarca tanto al subte como al premetro y al autotransporte público de pasajeros urbanos y suburbanos de jurisdicción nacional, no así al servicio ferroviario, que será tenido en cuenta “para un futuro cercano”. En la actualidad, los alumnos de primaria y de 1º y 2º año de la secundaria de escuelas públicas pagan 5 centavos cada viaje. Para los de 3º en adelante, el boleto cuesta 55 centavos.

Los diputados que aprobaron el proyecto coincidieron en destacar que esta ley “es un logro de una lucha de los estudiantes que tiene como emblema la llamada Noche de los Lápices”.

Los legisladores del Frente para la Victoria (FpV) consideraron que la aprobación del boleto estudiantil “es el triunfo de una larga lucha en las calles que este año se expresó en la Multisectorial por el Boleto Educativo, y en el que nuestra fuerza política viene trabajando desde hace años presentando diversos proyectos”. “Sin embargo –agregaron–, creemos que la ley debería haber incluido al sector terciario, universitario y a los trabajadores de la educación. Asimismo, lamentamos que no se haya contemplado a las modalidades alternativas de terminalidad primaria y secundaria, que forman parte de la educación obligatoria. Es por eso que presentamos un dictamen de minoría, en el que están incluidos todos estos sectores”.

En ese sentido, la legisladora del FpV Lorena Pokoik dijo en la sesión que “si bien celebramos el avance y la ampliación de derechos a través de la lucha del movimiento estudiantil, creemos que este proyecto es restrictivo e insuficiente, y nos comprometemos a seguir pelando para que el boleto estudiantil se transforme en un verdadero boleto educativo que incorpore a toda la comunidad”.

También el diputado Maximiliano Ferraro, de la CC-ARI, lo definió como “un punto de partida y no de llegada” y anticipó el compromiso de que en el mediano plazo tanto la Legislatura porteña como el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires puedan lograr “un boleto educativo” extensivo a toda la comunidad escolar.

El legislador José Cruz Campagnoli (Nuevo Encuentro-FPV) advirtió que el sector que queda afuera del boleto “forman parte del más golpeado por el ajuste del gobierno nacional”.

En tanto, Cristina García (PRO) anticipó que en la reglamentación de la ley se definirá un sistema on line para obtener el boleto o si los estudiantes tendrán que ir a los CGP de las comunas con el DNI y el certificado de escolaridad, que en una primera etapa será para obtener la credencial.

El boleto podrá ser utilizado los días hábiles que comprendan el ciclo lectivo con un máximo de 50 por mes y cuatro por día, aunque se mantendrá el precio del boleto escolar para los pasajes que se expidan excediendo ese número. Alcanza también a las escuelas de la UBA.

El beneficio requiere la gestión de una credencial provisoria que se podrá gestionar vía web, en el 147 o de manera presencial en las sedes comunales. Luego tendrán una definitiva junto con la entrega de la tarjeta sube nominal.