SOCIEDAD
Desalojo para una estación de servicio en Aeroparque
Es la Esso que está en Punta Carrasco, frente a la estación aérea, desde hace trece años. Un decreto de Aníbal Ibarra le da 30 días a la empresa para que desocupe el predio. Si no lo hace, será desalojada.
La estación de servicio que está justo frente al Aeroparque será desalojada. Así lo dispuso ayer el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que otorgó un plazo de 30 días a la empresa Esso para que desocupe el predio; si no lo hace, será desalojada. Culmina así un largo proceso de cuestionamientos que se había iniciado con la firma misma de la concesión, en 1991, en un emplazamiento que reglamentariamente sólo debía funcionar “como lugar de recreación y descanso”. El tema se puso al rojo vivo después del accidente del avión de LAPA, en 1999, que estalló a pocos metros de la estación, ubicada en Punta Carrasco. La mismísima Junta de Aviación Civil había requerido la remoción del establecimiento, por considerarlo riesgoso. En el camino que ayer culminó con la nulidad del decreto de concesión, había habido también un acuerdo de desocupación, que la empresa nunca cumplió. Entre tanto, otras dos estaciones de servicio siguen operando en las cercanías del Aeroparque. Según dijo a este diario el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, la remoción de la Esso es el primer paso “en una revisión general de las condiciones de seguridad del Aeroparque, que encaramos en forma conjunta con la Nación”.
En realidad (y aunque parezca mentira), la concesión de la estación de servicio no la había otorgado la ciudad sino la empresa privada concesionaria de Punta Carrasco. Esto, si no fuera inexplicable, explicaría la contradicción entre la construcción de una estación de servicio y el pliego licitatorio, que establecía “la Costanera Norte como zona libre y de esparcimiento”; según las condiciones del pliego, “el anteproyecto de la obra deberá proveer todos los trabajos, construcciones y equipamientos necesarios para su adecuado funcionamiento como lugar de recreación y descanso”.
Pudo argumentarse que, en una estación de servicio, los automotores encuentran “recreación y descanso” pero la ex Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires se limitó a afirmar que la estación, ubicada en Rafael Obligado sin número, Costanera Norte, “no altera el espíritu de las concesiones existentes en el área ni existirán argumentos oponentes ante el aumento de los usos otorgados en concesión”.
El decreto que autorizaba la subconcesión, firmado en 1991, durante la gestión de Carlos Grosso, había requerido una de las tristemente célebres “excepciones modificatorias” al Código de Planeamiento Urbano, que no permitía estaciones de servicio en la zona. Ayer el gobierno porteño señaló “la ausencia de legitimidad del derecho de la ex Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires” al tomar esa medida.
Ese decreto de 1991 fue declarado nulo por el decreto 320 de 2004, firmado ayer.
¿Por qué hicieron falta 13 años para establecer esa nulidad? “Porque fue necesario un trámite que pasó por diferentes organismos porteños y requirió la intervención de la Procuración General de la Ciudad”, contestó Aníbal Ibarra. “Sin embargo –destacó el jefe de gobierno–, habíamos logrado llevar a la empresa Esso a un acuerdo para que retirara la estación en un plazo de seis meses. Pero la empresa incumplió el acuerdo, y sucedió que la Justicia solicitó el expediente por una causa penal, lo cual impidió en ese momento que ejecutáramos el desalojo.”
El decreto firmado ayer “intima a Esso S.A. a la desocupación del espacio que ocupa en el predio del dominio público de la ciudad en un plazo de 30 días”, vencido el cual, anticipó Ibarra, “se procederá al desalojo”.
Anoche, un vocero de la Esso anticipó que “mañana (por hoy) la empresa fijará posición respecto del decreto, del cual todavía no hemos recibido comunicación”. En cuanto a la ubicación de una estación de servicio junto a un aeropuerto, “en todo el mundo hay muchísimas estaciones junto a aeropuertos importantes”, sostuvo el vocero.
Luego del accidente del avión de LAPA, en 1999, la Junta de Aviación Civil de la Fuerza Aérea había requerido que se suprimiera la cuestionada estación de servicio por estimar que implicaba riesgos para la operacióndel Aeroparque Jorge Newbery, del cual sólo está separada por la avenida Costanera.
Anoche, Ibarra anunció que “estamos revisando, junto con el gobierno nacional, las condiciones generales del Aeroparque en materia de seguridad, especialmente las referidas a la periferia de la estación aérea”.
Además de la Esso, han sido cuestionadas otras dos estaciones de servicio próximas al Aeroparque: la de Salguero y Costanera, perteneciente a la petrolera EG3, y otra, de la misma empresa, instalada a 200 metros del extremo norte de la terminal aérea.
También en 1999 se planteó la revocación de las concesiones de Punta Carrasco, Coconor y Costa Salguero: “La idea es evitar lugares que concentren mucha gente a lo largo del corredor aéreo”, dijo en aquella oportunidad un funcionario del gobierno porteño. Coconor cesó de funcionar poco después, pero los otros dos centros siguen en actividad.
El 31 de agosto de 1999, un avión de LAPA pasó descontrolado a sólo 50 metros de la estación de servicio Esso de Punta Carrasco, y estalló unos metros más allá.