SOCIEDAD › DOS FALSOS OPERARIOS DETENIDOS POR LLEVARSE ADOQUINES
Ahora se roban hasta el empedrado
Vestidos como obreros municipales cortaron una calle de la Boca y empezaron a sacar adoquines. Un policía sospechó y los detuvo.
Llegaron temprano, con ropa de trabajo y un camión con leyendas del gobierno porteño. Con ayuda de la Policía Federal, desviaron el tránsito y comenzaron a darle al pico y a la pala. Así estuvieron cuatro horas, rompiendo la capa asfáltica y levantando adoquines. Al mediodía, un policía les pidió identificación y el permiso de obra. Intentaron justificar la carencia de la documentación, pero finalmente confesaron la intención de robo. El insólito hecho sucedió el último sábado en el barrio porteño de la Boca, y luego de unas horas detenidos, los falsos operarios fueron liberados.
Los hombres llegaron en la mañana del sábado a la calle Aristóbulo del Valle, entre Gaboto y Pedro de Mendoza, en un camión con la inscripción “Gobierno de Buenos Aires. Plan de Bacheo y Repavimentación”. Los vecinos creyeron que se trataba de un arreglo de la calle y sólo observaron el rápido accionar de los dos hombres. Cuando ya se habían apropiado de unos doce metros cuadrados de adoquines, un oficial de la Comisaría 24ª se acercó y exigió la orden de trabajo. Como no contaban con la documentación, los hombres y el camión con los adoquines fueron trasladados a la seccional. Luego de unas horas, fueron liberados y el camión quedó secuestrado.
“Hubo dos elementos fundamentales que el oficial tomó en cuenta para desconfiar: uno, que hace unos meses en ese lugar ya habían intentado robar adoquines y otro: ¡cuándo se vio que una cuadrilla municipal trabaje un sábado después del mediodía!”, disparó el comisario de la Comisaría 24, Cayetano Vicente Greco. Los falsos empleados usaban remeras naranjas con la inscripción “Gobierno de la Ciudad” y el camión, un Ford 900 azul, en mal estado, “estaba bien disfrazado”, evaluó el comisario y recordó que el vehículo estaba casi repleto de adoquines. La causa fue caratulada como “tentativa de hurto”.
Cuando fueron detenidos, los hombres dijeron que los adoquines eran para utilizarlos en sus domicilios, pero los efectivos aseguraron dos posibles destinos: las obras de parquización de un country o la venta en algún corralón. Por cada metro cuadrado se calcula que caben entre unos 36 y 100 adoquines, dependiendo del tamaño. Los precios se ubicaban antiguamente en unos 27 pesos por metro cuadrado, pero en la actualidad no se consiguen fácilmente, por lo que el precio se multiplicó. Crisis económica mediante, el elemento corrió la misma suerte que placas de bronce y los cables telefónicos, que se transformaron en un botín bien cotizado.
El audaz accionar de los operarios municipales truchos despertó la indignación de los vecinos, quienes acusaron al Gobierno de la Ciudad de “abandonar” la zona y las obras que allí se hacían para prevenir inundaciones en la calle Necochea, cercana al Hospital Argerich. El presidente de la Asociación de Vecinos de la Boca, Alfredo Alberti, aseguró que en el lugar del robo se habían comenzado a realizar obras en diciembre de 2001, pero quedaron varadas. “Entonces, esa calle quedó como una gran zanja donde se empezó a depositar basura”, afirmó.
El director general del Ente de Mantenimiento Urbano, Roberto Mandolesi, reconoció que en el lugar hay una obra de cañerías que quedó “parada” con la caída de la convertibilidad y explicó que hasta ayer la calle estaba cerrada al tránsito por la rotura de la capa asfáltica y la falta de cientos de adoquines. El funcionario indicó que hoy se colocará una capa de material provisorio para hacer nuevamente transitable la calle hasta que se reanuden la tareas para finalizar las obras.