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El 92 por ciento de las empresas de micros de larga distancia comete infracciones que van desde choferes con exceso de jornada y libretas de trabajo irregulares a conductores sin el descanso necesario. Este es el resultado del informe elaborado por el Ministerio de Trabajo, basado en el Operativo de Seguridad en el Transporte de Pasajeros llevado a cabo en todo el país durante la temporada 2004. Según el estudio, las empresas funcionaron este verano con “insuficiencia de personal”. De acuerdo con lo que aseguró a Página/12 el subsecretario de Relaciones Laborales de la Nación, Guillermo Alonso Navone, “si las inspecciones no hubiesen tenido una presencia permanente, los servicios hubiesen estado mucho más expuestos a accidentes en rutas nacionales”.
De las 130 empresas inspeccionadas, el 63,2 por ciento del personal se encontraba en condiciones irregulares. “Lo preocupante es que el 48,6 por ciento de los choferes no tuvo el descanso necesario o trabajó más de lo que indica la ley de contrato de trabajo”, afirmó Alonso Navone. La normativa nacional indica que los trabajadores deben tener un descanso de 12 horas entre cada jornada.
Según el secretario general de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA), Juan Manuel Palacios, el sector de autotransporte “necesita 2000 trabajadores más”. La semana pasada, los trabajadores agrupados en UTA llevaron a cabo un paro para reclamar la reincorporación de los temporarios tomados para el verano, considerado como el más exitoso de los últimos años. “Las empresas contrataron a 1500 empleados, de los cuales 700 iban a ser dados de baja. Y 400 ya habían sido despedidos.” Sin embargo, después del paro y la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio, el “sector empresario se comprometió a reintegrar a todo el personal, aunque sin especificar el tipo de contrato laboral con el que se reincorporarán”, explicó Alonso Navone.
“Con las inspecciones se demostró que se necesita tomar más empleados de los que se tomaron para la temporada. Además, las infracciones siguen porque la multa les sale barata a las empresas. Hay que hacer cumplir las normas vigentes”, sentenció Palacios. En el mismo tono, el subsecretario de Relaciones Laborales reconoció que “con los operativos no se remedian los problemas existentes en las empresas”. Por este motivo, la semana pasada la cartera laboral constituyó, con la participación de la Subsecretaría de Transporte Terrestre, las cámaras empresarias y la UTA, el Consejo Asesor de Transporte de Pasajeros por Automotor, que pondrá énfasis en determinar “la cantidad de personal que precisa cada servicio y así expedirse sobre los parámetros de seguridad operativa”, señaló Alonso Navone. Las conclusiones de este Consejo, que se reúne hoy por primera vez, se conocerán en dos meses y, una vez determinadas las exigencias para las empresas, se establecerán las sanciones, que podrían llegar a “la eliminación de servicios”, aunque el funcionario aclaró que “ésta es una medida extrema”.
El Ministerio de Trabajo y la Comisión Nacional de Regularización del Transporte (CNRT) también hallaron en las inspecciones servicios irregulares, comúnmente llamados “micros truchos”. En estos casos encontraron, más allá de falta de habilitación, infracciones laborales en el 100 por ciento de las empresas fiscalizadas. Estos servicios fueron controlados con colaboración de la Gendarmería en los puestos de peaje de los accesos a distintas ciudades, como Buenos Aires, Mendoza, Mar del Plata y otras. En los servicios irregulares, el número de personal con exceso de tiempo de trabajo y sin el suficiente descanso, entre cada jornada, ascendió a más del 75 por ciento.
Las infracciones “muestran claramente la precariedad de la seguridad en los micros”, afirmó Palacios. El exceso de horas trabajadas por el personal previsto motivó la suspensión del servicio en “innumerable cantidad de casos”, señaló el informe. En esos casos no se permitió la salida de los micros hasta tanto no fuera reemplazado el personal que originariamente estaba destinado a partir con la unidad inspeccionada. El operativo, realizado desde el 5 de enero junto con la CNRT, indicó que el 46 por ciento de las infracciones obedeció a “cuestiones formales” en el llenado de la libreta del conductor, tales como el mecanismo de control de descansos, extensión de jornada y diagramación de francos.
La cantidad de unidades inspeccionadas superó las 1400. En total, se relevaron 2869 conductores y aproximadamente un 10 por ciento más de personal auxiliar, como pueden ser, por ejemplo, las azafatas. Las inspecciones fueron realizadas tanto en la terminal de Retiro como en las distintas ciudades de la costa atlántica y las localidades turísticas de las regiones de Cuyo, el Sur, el Norte y el litoral argentino.

Informe: Maricel Seeger.