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Al menos 23 personas murieron ayer a causa de una explosión en un edificio de la ciudad rusa de Arcángelo. El número de víctimas mortales puede aumentar debido a que unas 40 personas pudieron haber quedado atrapadas bajo los escombros. Los servicios secretos rusos (FSB) informaron que no hallaron ningún elemento que haga pensar en un atentado explosivo y anticiparon que la explosión se habría producido por un escape de gas.