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La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que nuclea a empleados de hospitales y otras dependencias públicas porteñas, comenzó ayer un paro de actividades que se extenderá durante 72 horas en reclamo por una mejora salarial de 250 pesos. El gobierno de la ciudad cuestionó la medida y relativizó su repercusión al asegurar que sólo cuatro de las 33 unidades asistenciales fueron afectadas en forma parcial por el paro. El gremio, junto a otras organizaciones, se concentrará hoy a las 11.30 en Avenida de Mayo y 9 de Julio para marchar hacia la Jefatura de Gobierno.
El jefe de Gabinete porteño, Raúl Fernández, y los sindicalistas estatales Rodolfo Arrechea y Edgardo Depetri se reunieron ayer por la noche para encontrar una solución al conflicto, pero las negociaciones fracasaron. Por ello, los gremialistas ratificaron la continuidad de la medida de fuerza y anunciaron la realización de una marcha hacia la Jefatura del Gobierno para reforzar el plan de lucha.
Esta es la tercera medida realizada por ATE, ya que la semana pasada hizo un paro de actividades por 48 horas y una anterior de 24. Por su parte, el subsecretario de Gestión Operativa de la Secretaría de Hacienda, Héctor Costanzo, calificó el nuevo paro como “preocupante” y “una escalada de ATE” que afecta a los pacientes.
Costanzo pidió a los empleados “solidaridad” con los pacientes y ratificó que el gobierno ya decidió no otorgar el aumento de 250 pesos que reclama ATE, porque “la ciudad no está en condiciones” de afrontar ese incremento para los 100 mil empleados públicos que tiene.
El subsecretario advirtió que “el aumento que dio el gobierno nacional de 250 pesos no es para los estatales, sino para los empleados de empresas privadas”. Desde el gobierno “estamos intentando garantizar el funcionamiento de los servicios de los hospitales”, señaló Costanzo.
Por su parte, el dirigente sindical Rodolfo Arrechea calificó de “muy positivo” el paro, ya que evaluó que “hubo un alto acatamiento” por parte de los trabajadores nucleados en ese gremio. Arrechea reclamó al gobierno porteño que haga “un mayor control en la compra de medicamentos en los hospitales, ya que hay una sobrefacturación en el precio que pagan unos y otros hospitales por el mismo medicamento. Con esa diferencia se podría otorgar el aumento salarial que nosotros reclamamos”.
“De nada sirve tener la ciudad llena de redes de subterráneos si el esencial tema de la salud continúa sin solución”, se quejó Arrechea.