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Casi ninguno de los senadores consultados por este diario pudo explicar cuáles son las causas profundas que llevaron a Felipe Solá a reclamarles la sanción de una ley que traslada a la Justicia provincial la competencia en los casos menores de drogas, hoy en manos del fuero federal. Eso no impidió que la mayoría acompañara la iniciativa y le diera ayer media sanción. Casi todos lo hicieron reconociendo que “tal vez ésta no sea la mejor herramienta para combatir el narcotráfico”. Incluso la salteña Sonia Escudero comenzó la defensa del proyecto citando a Marguerite Yourcenar en Memorias de Adriano para decir que “la verdad no es pura” y tal vez esta iniciativa “sea lo posible”. Toda una declaración de principios. Después de un largo debate que por momentos se tornó surrealista, más que reivindicar la cita de Yourcenar habría que recordar al educador canadiense Laurence Peter cuando dijo: “Hay abogados lo suficientemente hábiles para convencernos de que la Constitución es inconstitucional”. Ayer en las bancas del Senado los abogados eran mayoría.
Solá había concurrido unas semanas atrás con lo “mejor” de los intendentes bonaerenses para defender esta iniciativa. Así se lo vio acompañado de Hugo Curto, Jesús Cariglino, Mario Ishi, Raúl Othacehé, Alejandro Granados y Alberto Descalzo, entre otros. El proyecto presentado en el cuerpo por la bonaerense Mabel Müller puntualizaba que el límite para la competencia provincial fuera de 300 gramos en cocaína y 5 kilos en marihuana. La redacción final lo encuadró “en dosis destinada directamente al consumidor”.
Las críticas de los expertos en el tema fueron tan abrumadoras que los senadores se las entregaron al ministro del Interior, Aníbal Fernández, para conocer la opinión del Gobierno. Esta nunca se hizo pública, pero en el recinto, Müller dijo que el proyecto contaba con el apoyo del Ejecutivo. Cierto es que al momento del debate fue notoria la ausencia de la santacruceña Cristina Fernández de Kirchner. Otro ausente fue el riojano Jorge Yoma, quien había adelantado su oposición a la medida.
En su defensa del proyecto, Escudero dijo que, antes que nada, había que reducir la demanda y que “la descentralización es importante”. Precisamente, lo opuesto a lo manifestado por todos los especialistas que participaron del plenario de las comisiones de Asuntos Penales y Seguridad y Narcotráfico la semana pasada.
En diálogo con Página/12, la camarista federal Lucila Larrandart opinó que “o la competencia va al fuero ordinario o al fuero federal. Lo que no se puede hacer es dividirla. No se puede dividir la cadena de investigación. Además, los juzgados correccionales ya están desbordados, con esta medida van a colapsar más aún”. El principal interrogante que tiene Larrandart no lo pudieron contestar ninguno de los senadores que participaron del debate de ayer: ¿Cómo se llega ahora a investigar al narcotraficante?”.
A pesar del escepticismo de la mayoría de los senadores, Müller defendió el proyecto con un desconocido énfasis. Por si faltaran voces, se sumó una amiga de los bonaerenses, la porteña María Laura Leguizamón. “Así como están las cosas, no se alcanzaba a luchar contra el ejército de pequeños distribuidores”, dijo la senadora que ocupa la banca que el sufragio popular le había asignado al fallecido Alfredo Bravo.
Hubo tiempo para escuchar intervenciones llamativas, por decir algo. “Aquí se habla de connivencia de las fuerzas policiales. Nuestra Bonaerense tiene gente muy buena y capacitada”, dijo Müller. La mejor policía del mundo, como alguna vez Eduardo Duhalde la bautizó, también tuvo el guiño del jefe de la bancada oficialista, Miguel Angel Pichetto. “Le estamos dando al gobierno provincial un instrumento que esperemos que lo manejen con responsabilidad. Hay que abrir un crédito a las instituciones y a la Policía Bonaerense”, dijo el rionegrino.
Por su parte, la porteña Vilma Ibarra abonó las dudas. “Creo que no será efectiva como política de lucha contra el narcotráfico”, le dijo a este diario. No faltaron quienes, en los pasillos de la Cámara alta, deslizaron que “se le estaba otorgando un delivery para su caja chica a la Bonaerense”. La norma se hizo pensando en Buenos Aires pero es lógicamente nacional. Para adherir a ella, a las legislaturas provinciales les bastará con votar su consentimiento.