SOCIEDAD › A PARTIR DE HOY TOMARAN LISTA EN LA ESCUELA DONDE SE DESATO LA TRAGEDIA

Para saber quién teme regresar al aula

Las autoridades educativas provinciales abrieron un sumario en la Escuela Islas Malvinas para determinar las responsabilidades. La jueza que investiga el caso, Alicia Ramallo, tomó declaración a docentes y alumnos. La Prefectura confirmó que el padre de Junior fue suspendido.

Después de tres días de adaptación, hoy a las siete y media comenzarán las clases en la Escuela Malvinas Argentinas, por primera vez desde el día de los disparos. Sólo los chicos de la comisión de Junior podrán entrar más tarde, igual que los testigos directos de las corridas y de las balas. Aunque no se computarán las faltas, los preceptores tomarán asistencia: entre el jueves y el viernes buscarán saber, así, quiénes son los chicos que aún no se animan a emprender el regreso a las aulas. La jueza de Bahía Blanca Alicia Ramallo, quien investiga el caso, estuvo ayer en Carmen de Patagones, recorrió la escuela y tomó declaración a docentes y alumnos. La Prefectura confirmó que suspendió al padre de Junior. La Dirección de Educación bonaerense, según pudo saber este diario, hoy envía dos abogados para trabajar en el sumario interno que se abrió en la escuela.
“Hoy (por ayer), por primera vez empezamos a preocuparnos por el ausentismo en la escuela”, reconoció un vocero de la Municipalidad de Carmen de Patagones ante la consulta de este diario. Ese es uno de los síntomas que advirtió en las últimas horas el equipo de docentes del colegio de Junior y los psicólogos y psicopedagogos del gobierno bonaerense que trabajan desde hace más de una semana con la comunidad de Patagones. El lunes, los cálculos oficiales indicaban que un 80 por ciento de los estudiantes habían vuelto a la Escuela Islas Malvinas. Pero era un día especial, el regreso después de la tragedia. Entre el martes y el miércoles las cifras variaron: hubo menos estudiantes dentro de las aulas, en medio de dos jornadas donde alguna marcha se superpuso a la agenda escolar. De acuerdo con los cálculos de una fuente de la intendencia, el bajón en los números se sintió recién ayer con claridad: “Hubo entre un 30 y 40 por ciento de ausentismo”, calculó.
Una de las preguntas que se hacían anoche quienes trabajan cerca de los estudiantes era por qué faltan los chicos. Trataban de entender si lo que les impide la vuelta es el miedo o no van porque “aún no tienen obligación de ir a clases”, explicaron.
Desde el lunes, la escuela funciona con un horario especial y sin las rutinas habituales. Los chicos entraron a las 9 de la mañana, no se les tomó asistencia y cada quien decidía si entraba al aula, permanecía en el pasillo o se iba. Los especialistas consideraban que este mecanismo era necesario para que elaboran el duelo, la tragedia y el retorno a la escuela “como pudiesen o como deseasen”, le explicó una de las especialistas a este diario. Ahora, en el marco de cierta preocupación por la continuidad del ausentismo, las clases volverán a empezar en el horario de siempre, 7.30 de la mañana. Y aunque no se computarán las faltas, los preceptores listarán a los ausentes como para trazar un diagnóstico sobre los que no van.
Para la Dirección de Escuelas bonaerense, el número de ausentes aún no es un problema. “Nosotros no estamos hablando de ausentismo –indicó un vocero de la cartera, consultado sobre este punto–: porque los chicos van a ingresar a la escuela en la medida que puedan hacerlo. Estamos trabajando con todos los cuidados para que cuando ingresen, lo hagan con total seguridad. La suya y la de su familia”.
El gabinete de especialistas mantuvo distintas reuniones a lo largo del día de ayer, tal como lo viene haciendo en la última semana. A las ocho de la mañana, el titular del área, Mario Oporto, y su equipo, se reunieron con el intendente Ricardo Curetti, secretarios y concejales. Durante la mañana fueron a la escuela para tomar contacto con los psicólogos, psicopedagogos e inspectores de la rama que acompañan el trabajo de reinserción. Y se reunieron con los padres del primer año B, la división de los compañeros de Junior. Sobre el encuentro, Tomás Ponce, el papá de Federico, una de chicos muertos, dijo: “Estamos pasando revista a todos los puntos de los petitorios que entregamos ayer, y ahora se abrió una etapa de diálogo y de acercamiento muy positiva”.
Quien también estuvo en la escuela fue la jueza Ramallo. Hizo una inspección ocular con tres de sus colaboradores y con el comisario de Carmen de Patagones, Eduardo Diego. Recorrieron el edificio para constatar el camino que habría realizado Junior el martes pasado, antes de disparar las trece municiones. Sin hacer declaraciones, la jueza se instaló más tarde en la secretaría de la escuela para tomarle declaración al personal docente y de maestranza.
En tanto, en el marco de una investigación aún interna, las autoridades educativas impulsarán una serie de entrevistas con el Consejo Escolar de la zona, directores y maestros para avanzar con el sumario administrativo. Aún no se sabe cuál será el alcance del sumario. Lo único que la fuente confirmó es que se “investigará el hecho”, y entre otros puntos también el rol del profesor de Derechos Humanos que estaba bajo tratamiento psiquiátrico y que el día martes debía haber estado en el aula cuando comenzaron los disparos. Creen que será separado del cargo.

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La jueza Alicia Ramallo ingresa a la Escuela Islas Malvinas para realizar una inspección ocular y tomar nuevos testimonios.
 
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