SOCIEDAD
Molinetes de brazo caído
Ir o volver en el bajo tierra ayer fue bastante más complicado de lo que lo es siempre. En realidad, durante las horas pico, de 8 a 9 de la mañana y de 18 a 19, los subtes fueron un verdadero caos, escenario de nerviosismo y tensiones varias (en la foto, la impaciencia en la línea B). El caos se desató en los molinetes, ayer, durante varias horas, luego de dos paros en todas las líneas de los subterráneos porteños durante las horas de mayor aglomeración de pasajeros. Los trabajadores reclamaban un incremento salarial de 53 por ciento, pagos por trabajo nocturno, incorporación de personal y que el salario fuera abonado el último día hábil de cada mes.
Se abrió una instancia de negociación entre el sindicato de la UTA, la empresa Metrovías y la mediación del Ministerio de Trabajo, bajo los términos de la conciliación. La empresa propuso un aumento en las asignaciones por guardería, aunque no precisó el monto, según indicaron fuentes del gremio. También, que las asignaciones por alimentos sean abonadas el último día hábil del mes, a diferencia del resto del sueldo que se paga el cuarto día.
Finalmente, los representantes gremiales y de la empresa llegaron a un acuerdo para destrabar el conflicto, con lo que se descartaron posibles paros anunciados por el sindicato para hoy. La reunión fue presidida por el subsecretario de Relaciones Laborales, Guillermo Alonso Lavone. También participaron el secretario gremial de UTA, Andrés Arresoria, y los tres delegados de la comisión interna de los trabajadores, Carlos Pérez, Oscar Arturo y Néstor Segovia.