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Sofía no volvió a sonreír. El juez de menores de San Martín, Gabriel Peñañori, no cumplió con la resolución de la Cámara de Apelaciones en lo Civil que ordenó su restitución al hogar de tránsito que la cuidó en los últimos 19 meses. La pequeña, de 3 años y 3 meses, fue separada de esa familia por el magistrado el 2 de abril, cuando se enteró que la querían adoptar.
Sofía fue dada en adopción al nacer, pero Peñañori, que tiene su tutela, se demora en la definición de su futuro y mientras tanto, la nena ha sido obligada por el juez a cambiar sucesivamente de hogar de tránsito y en su corta vida ha pasado por cuatro familias provisorias.
Ayer, el asesor de menores ante la Cámara Carlos Alberto Gallardo presentó un recurso de nulidad del fallo del tribunal de segunda instancia, por no haber sido consultado. Fuentes de la Cámara señalaron que no habían “dado vista” al asesor porque era “urgente” resolver sobre la restitución de la nena, y no estaban opinando sobre el fondo del problema. “Es una chicana judicial para romper el vínculo con la familia Herrero”, consideró la abogada Sandra Zóttola, que representa al matrimonio que actuó como hogar de tránsito de Sofía desde setiembre de 2000. Un mecanismo similar se produjo cuando el primer matrimonio que cuidó a la chiquita en sus primeros meses de vida, pidió su adopción. Como el juez Peñañori consideró que no eran idóneos para convertirse en padres de la niña, la pareja apeló y por su pelea judicial –que hoy continúa– impidió al magistrado resolver su adopción.
El lunes la Cámara de Apelaciones de San Martín ordenó la inmediata restitución de Sofía a los Herrero y además evaluó que la pareja está en condiciones de adoptarla, en virtud del “alto grado de integración” de la nena con la familia.