SOCIEDAD › PEDIDO A EE.UU. PARA QUE NO DEPORTEN ARGENTINOS POR LA CRISIS

“Como un terremoto o guerra civil”

El embajador argentino en Estados Unidos pidió una amnistía para los ilegales por la “gran tragedia humana” que vive el país.

 Por Mariana Carbajal

El Gobierno elevó un pedido desesperado al Departamento de Estado norteamericano. Solicitó una anmistía temporal para los miles de argentinos que llegaron a Estados Unidos en el último año escapando de la crisis económica y se encuentran con sus visas vencidas, con riesgo de ser deportados. De un beneficio similar gozan salvadoreños y hondureños que sufrieron devastadoras catástrofes naturales. El embajador Diego Guelar fundamentó el pedido en la “gran tragedia humana (...) similar a un terremoto o una guerra civil” que está viviendo el país. “No podemos repatriar a nuestros ciudadanos dándoles condiciones dignas de vida, que incluyen la posibilidad de un trabajo, en un país que tiene al 40 por ciento de su población viviendo bajo la línea de pobreza y más del 25 por ciento desocupada. Estamos hablando de la crisis más grave de la historia argentina. Uno podría llamar a esto una petición extrema”, destacó el diplomático en una conferencia de prensa.
Guelar, sin embargo, no es muy optimista. “Es muy difícil que salga. A partir del 11 de setiembre la restricción inmigratoria impuesta por el gobierno norteamericano es muy grande”, señaló el embajador en diálogo con Página/12. La solicitud que presentó en una nota dirigida al secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, plantea que estudie la posibilidad de otorgar el llamado “Sistema Transitorio de Protección” (TPS, por su sigla en inglés) a los argentinos que ingresaron en Estados Unidos entre el 21 de febrero de 2001 y el 21 de febrero de 2002, esta última, fecha en que Washington tomó la decisión de excluir al país del programa de excepción de visados. El Departamento de Estado informó que estudiará la petición. “Nosotros consideraremos cualquier propuesta que nos haga el gobierno argentino, pero hasta el momento no tengo más información”, dijo a la prensa el subsecretario adjunto de Estado para Asuntos Interamericanos, Lino Gutiérrez.
“Uno aspira a no tener que pedir estas medidas a un país amigo”, pero “dolorosamente, va a ser un tema que de ahora en adelante estará en la agenda bilateral”, señaló Guelar. No hay cifras oficiales de inmigrantes ilegales argentinos. Causa, una entidad recientemente creada en Miami para buscar soluciones a los compatriotas sin papeles, estima que son cerca de 400.000. Pero en la embajada consideran que la cantidad sería considerablemente menor.
Según contó Guelar, la reacción del Departamento de Estado fue de “sorpresa, cosa que entendemos porque tampoco era algo esperado por nosotros”. El pedido del TPS –explicó– surgió a partir de la creciente preocupación que existe por la “situación precaria” que están viviendo un “número no cuantificado de argentinos”, porque la falta de permiso de residencia les dificulta la posibilidad de conseguir trabajo. El problema comenzó a estallar en las últimas semanas en los consulados de Atlanta, Chicago, Houston, Los Angeles, Miami y Nueva York. Los diplomáticos que pidieron instrucciones a la embajada en Washington para saber qué hacían con el número cada vez más numeroso de argentinos que golpean las puertas requiriendo ayuda. “Antes los consulados argentinos nunca se enfrentaron a un problema así. Tenían funciones de promoción de negocios y de atención a los requerimientos de los turistas”. Hace un mes, Página/12 reveló la grave situación que están atravesando centenares de argentinos en Miami, muchos de los cuales reciben cajas de alimentos cada semana en iglesias y otros se han convertido en homeless y viven al intemperie debajo de puentes.
El pedido de TPS beneficiaría solo a aquellos que llegaron a suelo norteamericano entre el 21 de febrero de 2001 y el 21 de febrero de 2002. “Se acotó a ese período para tener más posibilidades de que salga y porque coincide con el colapso económico. Si el pedido fuera genérico, para todos, no tendría ninguna viabilidad”, explicó Guelar a este diario. El TPS debe ser aprobado por el Congreso, a propuesta del Ejecutivo. Los países latinoamericanos que tienen TPS son Honduras, Nicaragua y El Salvador. Accedieron al beneficio después de sufrir desastres naturales y aunque en la práctica está vencido, distintos mecanismos les permiten a los ciudadanos de esos países continuar trabajando legalmente en Estados Unidos. El presidente de Colombia, Andrés Pastrana, pidió TPS para sus conciudadanos a fines del año pasado, pero la solicitud no ha sido respondida hasta el momento.

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Según una organización de inmigrantes, hay unos 400.000 argentinos ilegales en EE.UU.
 
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