SOCIEDAD › VA A JUICIO UNO DE LOS CASOS DEL DOBLE CRIMEN DE SANTIAGO
Con Musa Azar como acusado estrella
El juez elevará esta semana a juicio el caso de Patricia Villalba. Será en marzo. Hay 27 acusados, incluido un ex diputado.
Por Alejandra Dandan
Será el final de la primera parte. En los próximos días, antes de fin de año, el juzgado santiagueño de La Banda cerrará la primera etapa del doble crimen de La Dársena con la elevación a juicio oral por la causa de uno de los dos homicidios: el de Patria Villalba. Si todo sigue como está previsto, el juicio comenzaría los primeros días de marzo para definir la situación de los 27 procesados. Cinco de ellos están detenidos, entre otros, el ex comisario Musa Azar y los policías del grupo de tareas que, de acuerdo con las hipótesis en juego, acabaron con la vida de Patricia y se deshicieron de los huesos de Leyla Bshier. También estarán sentados en el banquillo el ex diputado Carlos “Pololo” Anauate y Cristina Juárez (la amiga de Leyla). Mientras tanto, la instrucción del caso Leyla seguirá en marcha. Después de ocho meses, la intervención federal se dispone a autorizar una partida de recursos “extraordinaria” para crear una comisión especial dedicada full time a la investigación hasta que concluya la instrucción.
Hay muchos que aún critican el avance y desarrollo de la causa. Que denuncian agujeros negros en la investigación que dinamitó el poder de los Juárez e impulsó el proceso de la intervención federal en la provincia. Entre otros lo hace Olga Villalba, la madre de Patricia. Pero también su antiguo abogado Luis Horacio Santucho, que abandonó la defensa cuando consideró que la desconfianza de la sociedad civil aumentaba.
Para frenar la andanada de reclamos y a poco de la partida prevista para el 23 de marzo, la intervención decidió poner en marcha una comisión especial de investigadores. Sus integrantes serán nombrados por el Superior Tribunal de Justicia. Además se duplicará el número de empleados del juzgado y de la Fiscalía.
En este momento, la investigación de los crímenes ocurridos hace ya casi dos años integra un solo expediente, pero operativamente está divida en dos partes. Una es el expediente de Leyla Bshier; la otra, el de Patricia Villalba. La primera de las dos desapareció el 16 de enero de 2002 en medio de una aún supuesta fiesta de sexo y drogas. Sus huesos aparecieron el 6 de febrero en un monte de La Dársena, al lado del cuerpo aún tibio de Patricia Villalba. De los dos, el caso de Patricia es el que está en condiciones de elevarse a juicio oral.
Por la muerte de Patricia están procesados por homicidio cuádruplemente calificado y asociación ilícita Musa Azar y tres policías –Pablo Gómez, Héctor Albarracín y Daniel Mattar–, además del carnicero José Patricio Llugdar. En la hipótesis del juzgado, la chica murió porque sabía o había sido testigo de la muerte de Leyla Bshier. La torturaron durante dos horas antes de matarla y de arrojar su cuerpo al descampado, cerca de los huesos de Leyla. “La muerte de Patricia –explica una fuente cercana a la investigación– fue una especie de castigo dirigido a todos los que sabían. Le han quemado para hacerla cantar.”
Con más o menos detalles, ésa es la misma información que existe desde hace un año, cuando se procesó a los policías. El único avance es la decisión de cerrarlo, elevarlo a juicio y separarlo de la otra muerte cuya investigación recién ahora arroja indicios más o menos serios.
En esa línea, el juzgado ya considera como válido que Leyla murió “accidentalmente” por una presunta sobredosis, pero no en una sola fiesta como se creía hasta ahora, sino después de varias noches de rueda entre varios personajes públicos. En ese contexto, “una instancia superior decidió qué hacer con su cuerpo (reducirlo a huesos) porque estaban involucrados personajes públicos de abril de 2003. En nuestra hipótesis, eso podía implicar el fin de la carrera política para unos y a otros los obligaba a mostrar algo (las drogas) que manejaban desde las sombras”, explica una fuente con conexión directa a la causa.
Por ese caso, el juzgado había detenido y procesado por supuesto homicidio simple al hijo de Musa Azar, Antonio Musa Azar Cejas, de 21 años, conocido como Musita y experto cazador de animales. Y también a quien consideran su mano derecha: Damián Silvestre Silvero, chaqueño, de 29 años y empleado del Arraga, el temible campo zoológico del ex comisario Musa Azar. Según el auto de procesamiento, hasta allí llegaron los huesos de Leyla después de la supuesta fiesta. Habrían llegado en una camioneta envueltos en una bolsa de plástico negra. Entre los espeluznantes detalles, uno de los testigos citados en el auto de procesamiento contó:
“La bolsa era pesada (...) Estaba atada y la tomaron de un punta cada uno y le llevaron hacia donde están las jaulas de los aguará guazú (animales carnívoros) (...) Llegaron a ese lugar y arrojaron entre los dos la bolsa dentro de las jaulas y los animales comenzaron a destrozar la bolsa y comer lo que había dentro de ella”.
Cómo llegó Leyla hasta ahí y dónde estuvo aún no está claro. El juzgado intenta saber si hubo una o varias fiestas. Descartan por el momento una de las hipótesis que exige un grupo de familiares: la investigación de la fiesta en uno de los hoteles del poderoso sector empresario de la ciudad. Evalúan en cambio si fue en Santiago o en el zoo de Arraga donde “las fiestas negras” eran habituales, según el expediente. O incluso en las fincas de veraneo de Guayambá en Catamarca.
La relación entre Musita y el crimen fue uno de los aspectos sobre los que trabajó Medina desde que tomó el caso. Lo mismo sucedió con los policías implicados. Entre las responsabilidades se les adjudica el traslado de los huesos de Leyla y del cuerpo de Patricia hacia La Dársena.
En tanto, la historia de Leyla sigue deparando detalles sorprendentes. Ya no sólo creen que era una de las víctimas de las fiestas del poder: “La usaban para vender drogas. Es probable que la usaran para que la trajera de Tucumán a Santiago como mula o que la mandaran a comprar”, indican los investigadores. Entre los antecedentes que hasta ahora no se conocían, existe un dato: la Policía Federal alguna vez le incautó 1 kilo y medio de cocaína.