SOCIEDAD
Un comisario de a bordo de Aerolíneas, preso en Barajas
Lo sorprendió la Guardia Civil cuando intentaba embarcar hacia Buenos Aires con 1500 pastillas de éxtasis escondidas bajo su pantalón. El hecho ocurrió hace dos semanas, pero la empresa lo confirmó recién ayer.
Esta vez le tocó a Aerolíneas Argentinas. Un comisario de a bordo de la línea aérea quedó detenido en el aeropuerto español de Barajas cuando intentaba embarcarse hacia Buenos Aires con 1500 pastillas de éxtasis escondidas bajo su pantalón. La detención se produjo hace dos semanas, según le confirmó a este diario un vocero de esa línea aérea. Aerolíneas despidió a su empleado, pero no lo denunció ante la Justicia argentina. Sus voceros salieron a dar explicaciones recién ayer, cuando la noticia súbitamente tomó estado público: “Esperábamos a tener información fehaciente antes de denunciarlo”, se excusaron.
A más de quince días de la detención, en la compañía aún no tienen precisiones ni sobre el vuelo ni sobre el día. Julio Scaramella, vocero de Aerolíneas, indicó que el episodio habría sucedido “entre el 20, 22 o 24 de febrero”, aunque otras versiones indicaban que la detención se produjo el día 10. El hecho sucedió en el mismo aeropuerto donde el 17 de septiembre se descubrieron las narcovalijas trasladadas por Sou- thern Winds.
El detenido, de 45 años de edad, tenía una antigüedad de unos 15 años en la compañía. La tarea de comisario de a bordo, en la práctica, es tener bajo su mando a las azafatas del vuelo. La compañía no reveló su identidad pero supo, a partir de los datos recogidos entre sus operadores en la estación aérea de Madrid, que efectivos de la Guardia Civil española lo detuvieron en el aeropuerto cuando descubrieron que llevaba las dosis de pastillas escondidas en una bolsa, oculta en el interior del pantalón.
La empresa no fue comunicada inmediatamente de la detención. Lo supieron cuando los pasajeros ya estaban embarcados y comenzó a demorarse la salida porque el jefe de la tripulación no aparecía. “Después nos dijeron que estaba detenido por haber querido salir con cargamento prohibido”, dijo Scaramella y confirmó que a continuación la empresa decidió despedirlo “inmediatamente”.
A nivel interno, la compañía se encargó de hacer un relevamiento informal entre el personal para recoger los datos que ayer repentinamente comenzaron a pedirle distintos medios de prensa cuando se enteraban de la noticia. “Esto no involucra a la compañía; uno no puede estar en la vida privada de los 1800 empleados, porque eso corre por cuenta y riesgo de quien lo hace”, aclaró Scaramella, para desvincular del episodio a la compañía. En ese sentido, aclaró que “consideramos que es un tema individual y policial, no es un hecho institucional”.
SW también había presentado las cuatro valijas de cocaína embarcadas en Buenos Aires sólo como un hecho policial. Esa fue la línea que siguieron sus dueños en la investigación interna que terminó con la denuncia de contrabando y la detención de tres empleados infieles. En ese caso, la causa también había comenzado en España con el secuestro de la droga, pero SW decidió abrir un canal judicial paralelo en Buenos Aires para presentar su denuncia y despegarse del eventual escándalo. La diferencia es que, en este caso, las valijas con droga habían logrado burlar los controles de Ezeiza.
En el caso de Aerolíneas, la causa empezó y continuó aparentemente sólo en España, sin derivaciones judiciales en Buenos Aires. En principio, la compañía no las consideró necesarias, aunque los voceros consultados indican que esperaban “contar con la información fehaciente para comunicarla”. Hasta anoche, no sólo no sabían la fecha exacta del vuelo. Tampoco tenían los datos del juzgado español donde se investiga el caso.