SOCIEDAD

La artritis de Dolly echa sombras sobre la clonación

El anuncio de la enfermedad de la oveja –demasiado joven para padecerla– genera nuevas dudas sobre las consecuencias de la técnica: podría ser señal del envejecimiento prematuro.

La oveja Dolly tiene artritis. La noticia puede parecer trivial pero no lo es: al ser anunciada ayer por su creador, el profesor Ian Wilmut, avivó las inquietudes respecto de las consecuencias de la clonación. Hasta ahora, los científicos habían asegurado que, pese a su extraordinario origen, Dolly era una oveja normal y sana. La artritis, sin embargo, es una enfermedad muy poco frecuente en un animal de su edad. La noticia tuvo, además, sus consecuencias extracientíficas: si las acciones de la empresa PPL Therapeutics habían repuntado espectacularmente en la Bolsa de Londres a partir del anuncio del miércoles del nacimiento de los cinco cerdos modificados genéticamente, solamente ayer bajaron un 15 por ciento. ^
“Dolly sufre de artritis en la pata trasera izquierda al nivel de la cadera y de la rodilla”, declaró Wilmut, quien agregó que aún “no se puede determinar si se trata de una señal de envejecimiento prematuro debido a la clonación o de una lamentable coincidencia”. Wilmut, científico del Instituto Roslin de Escocia, del que depende la empresa PPL, admitió también que “el hecho de que Dolly tenga artritis a temprana edad (cinco años) permite pensar que podría haber problemas”, aunque es una incógnita “cómo va a evolucionar”, ya que “responde bien al tratamiento antiinflamatorio”.
La artritis no es una enfermedad muy común en los ovinos y el hecho de que haya aparecido en la mitad del ciclo vital de Dolly –estos animales viven alrededor de once años– implica un llamado de atención tanto para clonación como para quienes sueñan con el día en que los xenotrasplantes se conviertan en una realidad, ya que podrían trasplantarse órganos defectuosos con consecuencias no deseadas en el organismo receptor. Para la doctora María del Carmen Bacqué, titular del Incucai, este caso es un ejemplo más de que “la perfección biológica no existe”. “Lo que pasa con Dolly es una muestra de que el manipuleo genético deriva en imperfecciones que día a día se intentan superar pero que son imposibles de evitar completamente”, sostuvo Bacqué, al ser consultada por este diario.
El caso de la simpática ovejita, aunque paradigmático, no es el único ni el primero: la mayoría de los cerca de 300 animales clonados en todo el mundo sufrió muertes por aborto espontáneo, vivió tan sólo unos días o desarrolló enfermedades prematuras por cuestiones aún ignoradas. A pesar del escepticismo que puede motivar la irregularidad de los resultados, Lino Barañao, profesor de química biológica de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, aseguró a Página/12 que “existen experimentos realizados con técnicas disímiles a las utilizadas con Dolly que muestran efectos contrarios en algunos animales: sus tejidos contienen células más resistentes al envejecimiento y con mayor capacidad y vida reproductiva”.
Marcelo Rubinstein, químico investigador del Conicet, coincidió con Barañao en minimizar la polémica: “Desde un principio se supo que la clonación no es una maravilla, los animales que se mantienen en perfecto estado de salud son una minoría. Sin embargo, las causas de la artritis de Dolly pueden ser muchas como para adjudicársela sin dudar a la clonación”. Lo cierto es que la pregunta decisiva para Wilmut debe direccionarse hacia la posibilidad de que la artritis de la oveja esté relacionada con la clonación. “Lo que debemos estudiar es si enfermedades como la artritis, que tienden a asociarse a la edad, aparecen normalmente o si la incidencia cambia con la clonación”, sostuvo. Por ello, el “padre de Dolly” instó a los laboratorios dedicados a este tipo de estudios a compartir más eficazmente los resultados obtenidos. “Creo que algunos grupos de científicos no tienen bastantes animales para sacar conclusiones por sí solos”, argumentó Wilmut, y agregó que “la única solución es producir un gran número de clones y comparar la tasa de artritis y otras enfermedades de los animales clonados con la de los nacidos naturalmente”.

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Dolly nuevamente bajo la luz de los flashes: el anuncio fue seguido con interés en los medios.
Wilmut admitió que “el hecho de que tenga artritis permite pensar que podría haber problemas”.
 
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