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Durante dos horas y media, 400 personas se manifestaron ante el boliche Amerika, en el barrio de Almagro, para que vuelva a abrir sus puertas. Luego del incendio de República Cromañón, fue revisado por el gobierno porteño el 22 de febrero, que encontró todo en orden. Nada impedía su reapertura, a no ser por la denuncia realizada por vecinos que se quejaban de “ruidos molestos”. Una de las vecinas dejó en claro que el ruido que le molesta es el repiquetear de los tacos de los transexuales, que junto a gays conforman el público de la disco de Gascón al 1000. Para la señora, causan “perjuicios morales y económicos”. En 2003, la Justicia determinó que los ruidos molestos no existían. Pero un recurso de los denunciantes mantiene a Amerika cerrada. Ayer los manifestantes escucharon música y bailaron en la calle en repudio de “la discriminación y la cruzada” que padecen.