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La conducción de ATE se reunió con el ministro de Trabajo para allanar una solución al conflicto en el Hospital Garrahan. El secretario del gremio se pronunció a favor de seguir la vía del diálogo, que continuará el lunes en un segundo encuentro. Pero los delegados de ATE en el centro asistencial, que responden a otra línea interna, resolvieron cumplir hoy la tercera jornada del paro que se desarrolló el miércoles y jueves. Desde el Gobierno advirtieron sobre posibles sanciones al personal en huelga.
El secretario general de ATE, Pablo Micheli, cruzó las puertas del Ministerio de Trabajo minutos después de las 12. Lo esperaba el titular de la cartera, Carlos Tomada, para definir los primeros pasos de lo que había sido presentado como una “apertura al diálogo, para destrabar el conflicto”. Y efectivamente no se habló de números, pero se fijaron los cimientos de las negociaciones que seguirán el lunes.
Uno de los puntos tratados fue la jerarquización de la carrera de enfermería, “por ejemplo, con un programa específico de residencia”, indicaron desde Trabajo. Un segundo eje de la discusión fue la recomposición salarial, “a cuenta de un convenio colectivo de trabajo específico”. Y el tercero, avanzar en “el mejoramiento” de las condiciones laborales y edilicias del centro pediátrico.
“Fue una buena reunión, porque es la primera vez que el Gobierno, en vez de intimarnos y azuzarnos por no acatar la conciliación, convocó al diálogo”, dijo Micheli ante Página/12. El lunes “va a haber una oferta salarial de aumento, pero todavía no sabemos de cifras”. Sin embargo, no hizo ningún alarde de optimismo cuando afirmó: “Nos preocupa que cualquier propuesta que haga el Gobierno sea rechazada”.
En este punto, el secretario de ATE trajo a colación que los delegados del Garrahan nucleados en el gremio “responden a la lista opositora que perdió las elecciones frente a nosotros”. Y agregó que el tema central que plantea ATE “es que si los compañeros del grupo de la comisión interna no aceptan sentarse a discutir, nos ponen en el límite de la ilegalidad como gremio”. En este sentido, adujo: “Si nos intiman a acatar la conciliación obligatoria y el paro no se suspende, se pondría en riesgo nuestra personería jurídica”. El miércoles hubo una intimación del ministerio en ese sentido, pero los trabajadores que adhirieron al paro la calificaron de “ilegal”, explicando que se refería a la tercera conciliación obligatoria, “cuando sólo se puede dictar una vez por conflicto”.
Durante una asamblea, enfermeros y administrativos decidieron seguir con la huelga hoy. Además, evaluaron ante la prensa la posibilidad de continuar con esa medida la próxima semana, esta vez durante tres días. Micheli anticipó que “si ellos deciden radicalizar la pelea, ATE tendrá que convocar a una asamblea a todos sus miembros para saber cómo continuar, porque creemos que hay que sentarse a discutir”.
Pero los alertas tuvieron más de un punto de origen. El Ministerio de Trabajo advirtió que la “posición intransigente de la asamblea pone en riesgo la continuidad del diálogo propuesto”. Y desde Gobierno trascendió que “se está analizando la aplicación de sanciones individuales y colectivas que la normativa vigente habilita frente a incumplimientos verificados”. Esas sanciones tienen tres vías posibles de realización: multas, sumarios o incorporación de personal en reemplazo.
Un tercer frente adverso para los trabajadores es una denuncia por abandono de persona, presentada por el fiscal federal Guillermo Marijuan contra “el personal no profesional que cumple funciones” en el Garrahan. Marijuan afirmó que desde el 6 de abril último, cuando también se realizaron medidas de fuerza, “se ha desatendido a pacientes” y exigió que se pidan informes sobre “sus horarios, cargos y actividades”. El fiscal pidió al juez federal Daniel Rafecas que realice un allanamiento en el hospital para secuestrar “las historias clínicas de aquellos niños que hubieran fallecido desde el 6 de abril de 2005”.
Por su parte, Gustavo Lerer, delegado de ATE en el Garrahan, aseguró que “todas las urgencias se han atendido y se pueden atender” e insistió en que “si no es así, es por culpa de la dirección”. Ayer, la actividad en el Garrahan se desarrolló de manera normal. Daniel Toer, director médico del hospital, señaló ante este diario que la cantidad de gente que se acercó a los consultorios externos fue menor, “por la repercusión que esto tuvo en los medios. Muchos piensan que no se está atendiendo o que se lo hace con cierto grado de dificultad”, indicó. “Se hicieron normalmente 29 cirugías contra 5 del jueves. Esto demuestra claramente la diferencia con un día normal de trabajo”, destacó. Los sábados no hay consultorios externos ni actividades programadas, de modo “que eso no se verá resentido. Pero los médicos profesionales sólo trabajan en la guardia, que planificamos reforzar”. Para cubrir ese bache, anoche se estudiaba la posibilidad de convocar a quienes tienen franco el sábado.
A las 7 de la mañana de ayer, Florencia, una beba de nueve meses que llegó de Río Gallegos, Santa Cruz, recibió un trasplante de hígado.

Informe: Daniela Bordón.