SOCIEDAD › EL ORIGEN DEL SATANISMO Y SU DIFUSION ACTUAL

Buscando el filón del diablo

Por E. F.

El movimiento satanista actual es oriundo de la Iglesia de Satán fundada el 30 de abril (día de la muerte de Hitler) de 1966 por el norteamericano Anton Lavey. Este personaje, autor de una célebre Biblia Satánica, está considerado como el “Papa negro”. Su movimiento atravesó una escisión y en 1995 uno de sus miembros, Michael Aquino, creó el poderoso Templo de Seth. Ambos, sin embargo, se inspiran en la misma fuente: Aleister Crowley, verdadero “padre” de los ritos sangrientos desarrollados a principios de siglo XX. Crowley decía: “Haz lo que tú quieras y eso será la ley”. Cabe resaltar que Anton Lavey trabajó como “consejero” en la famosa película de Roman Polanski El bebé de Rosemary. Paul Ariès pone de relieve un detalle de la “invención” del norteamericano: “Lavey tuvo la idea de utilizar el ocultismo para hacer pasar de contrabando valores inaceptables”.
Desde entonces, las sectas satánicas han comenzado a pulular a través del mundo. En vez de buscar a Dios, la tarea espiritual consistió en ir detrás del Diablo a través de una serie de ritos basados en la transgresión sistemática de las costumbres sociales, los principios morales, sexuales y religiosos. La multinacional del infierno consta de decenas de ramificaciones, algunas evidentes, otras escondidas en siglas dudosas pero perfectamente estructuradas: Wicca, Golden Dawn, Alianza Kripten, Iglesia de Satán, Templo de Seth, Ordo Templi Orienti OTO, Círculo iniciático del Unicornio, Abraxas, los Cruzados de la Nueva Babilonia, las Legiones de Mithra, la Logia Wotan, el Círculo de Dios, los Hijos de las Tinieblas y toda una constelación de grupos clandestinos, a veces tan esporádicos como informales, pero no por ello menos peligrosos. A esta lista se le puede agregar otra mucho más política donde se mezclan precisamente la política y el esoterismo, Satán, Hitler y la música rock, la gótica y demás tendencias. Los conciertos de música heavy metal, black metal, death metal, hard rock o punk (Emperor, Burzum, Morbid Angel) convocan a las fuerzas del caos y la potencia de las tinieblas. Marylin Manson, uno de las cabezas visibles del rock, perteneció a una organización luciferina, la Iglesia de Satán. Estas son las más estructuradas y organizadas de todos los círculos satánicos (Wicca, OTO).
Los comics participan también en el festival con publicaciones como Succubus en la que se combinan satanismo y extremismo. Por ejemplo, la comisión francesa que elaboró el informe sobre las sectas y el satanismo hace especial hincapié en el black metal escandinavo. Este rock utiliza abiertamente la música para profesar ideas neonazis. Los grupos Enduras, Allerseelen, Blood Axis o Scivias ofrecen una panoplia violenta de evocaciones hitlerianas. Rahowa es un grupo de rock cuyo acrónimo en inglés significa “guerra santa racial”. Las letras de Slayer no son menos elocuentes: “mata, mata aún mas”, “no te hace falta un motivo aparente, mata, el infierno te espera”, “suicidio obligatorio”, “sacrifica la vida de todas las personas a quienes conoces. Total, morirán muy pronto”.

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