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Omar Chabán está en condiciones de salir hoy mismo en libertad. Más allá de lo que dice públicamente su abogado, Pedro D’Attoli, que habla de quince a veinte días para salir efectivamente de la cárcel, lo concreto es que los trámites que se requieren para que salga en libertad son sencillos, podrían ya estar hechos, pero obviamente están evaluando la opinión pública y la actitud de los familiares para dar el paso de la libertad en forma sorpresiva. Como anticipó Página/12 el domingo, la Sala V de la Cámara del Crimen rechazó los recursos contra la excarcelación del empresario, por lo que la puerta del penal ya está abierta. Sin embargo, el fiscal va a llegar a la Cámara de Casación a través de un recurso en queja y quienes conocen Tribunales sostienen que tres de las cuatro salas de Casación admitirían el recurso y casi seguro revocarían la libertad de Chabán, con lo que éste debería volver al penal de Marcos Paz.
Repitiendo lo que ya han dicho en decenas de causas anteriores, los tres jueces que actúan en el caso Cromañón, Gustavo Bruzzone, María Laura Garrigós de Rébori y Rodolfo Pociello Argerich, rechazaron las apelaciones contra la excarcelación otorgada a Chabán. Sucede que corresponde el recurso a la Cámara de Casación cuando se trata de un fallo definitivo y no una medida provisoria como una excarcelación. Pero, además, la Casación se ocupa de cuestiones que son irreparables, como alguien que está preso y justamente se le está produciendo un daño irreparable. En este caso ocurre lo contrario: a Chabán se le concedió la excarcelación.
De todas maneras, el próximo paso es que el fiscal Joaquín Gasset presente un recurso de queja directamente en Casación. El rumor en Tribunales es que todo dependerá del sorteo y de los jueces a los que les llegue el expediente. Se dice que tres de las cuatro salas de Casación aceptarían expedirse argumentando “gravedad institucional” y en ese caso es altamente probable que revoquen la libertad de Chabán, por cuanto en la Casación priman los jueces más duros y conservadores.
La realidad es que Chabán está hoy en condiciones de salir de la cárcel y tanto su familia como su abogado están escondiendo las cartas, preocupados por los riesgos de seguridad que correría el principal acusado de la catástrofe de Cromañón. Los trámites para que Chabán salga en libertad son los siguientes:
u Presentar las escrituras de propiedades que superen los 500.000 pesos fijados como fianza.
u Presentar un certificado del Registro de la Propiedad en el que conste que esas propiedades están libres de hipotecas.
u Presentar la tasación de las propiedades. Hay juzgados que aceptan las tasaciones hechas por inmobiliarias, mientras que en otros casos envían a un perito de la Corte Suprema.
u El excarcelado, es decir Chabán, tiene que firmar un acta-compromiso en la cual fija domicilio, se compromete a no beber ni portar armas y un listado de otras condiciones y obviamente también se compromete a presentarse al juzgado de manera periódica.
Como se ve, salvo la tasación, los demás son trámites más que sencillos que llevan unas horas, a lo sumo un día. Lo que puede complicar algo es la tasación, pero D’Attoli sabe desde hace diez días que su cliente va a quedar en libertad. Si ya lo hizo, Chabán podría dejar Marcos Paz hoy mismo o durante el fin de semana.
Por supuesto que toda la estrategia de los Chabán y D’Attoli ha sido manejar los tiempos, preparar a la opinión pública y a los familiares, y después sacar al empresario de la cárcel. Así se explica que desde hace días Chabán es una especie de preso voluntario que decidió no salir cuando la Cámara le dictó la libertad y se explican también las reuniones con uno de los abogados de familiares, Javier Miglino. Es más, los Chabán proponen una reunión con todas las demás partes en el Colegio de Abogados y han buscado la mediación de Juan Carlos Blumberg.
Por supuesto que para la familia y el abogado de Chabán, la salida de la cárcel implica también una cuestión de seguridad. Se dice que existen amenazas. Sin embargo, el magistrado a cargo de la causa, Julio Lucini, y el ministro del Interior, Aníbal Fernández, deben garantizarle la seguridad porque es su derecho. Por eso, el rumor en Tribunales es que el magistrado y D’Attoli intentarán manejar la puesta en libertad de Chabán de manera sigilosa. El empresario tiene que firmar el acta-compromiso. Eso habitualmente significa una visita a Tribunales, pero lo más probable es que le lleven el escrito a la cárcel. Desde allí, el imputado partiría hacia un destino que, como es obvio, se mantendrá en reserva.