SOCIEDAD
Un plan de salvataje para 200 escuelas de la ciudad
El gobierno porteño destinará 8 millones de pesos extra para obras en los colegios más deteriorados de la ciudad. Los trabajos se intensificarán en vacaciones de invierno.
Unos 200 establecimientos educativos porteños recibirán subsidios extraordinarios para realizar obras de mantenimiento preventivo, en el marco de un programa de infraestructura lanzado por el Gobierno de la Ciudad. Esta iniciativa se sumará a las obras de mayor envergadura que están actualmente en etapas de ejecución o bien en medio de procesos licitatorios. El objetivo es acelerar los plazos y para ello se otorgarán los recursos económicos directamente a las asociaciones cooperadoras de las escuelas. Según destacaron desde el Gobierno, ciertas tareas de refacción que están pendientes se intensificarán durante el receso de las vacaciones de invierno. El plan se anunció luego de los conflictos originados por problemas edilicios en algunas escuelas, que derivaron en reclamos estudiantiles.
El programa de obras de infraestructura de mantenimiento preventivo y reparación demandará un presupuesto total de ocho millones de pesos. Cada una de las ayudas económicas tendrá un monto máximo de cincuenta mil pesos, ya que los subsidios están destinados exclusivamente a “enfrentar situaciones funcionales de urgente ejecución”, relacionadas con aspectos edilicios vinculados con deterioros estructurales, “cuyo agravamiento tendría serias implicancias para el normal desarrollo del servicio educativo”, según se indica en el decreto.
Los subsidios serán entregados por la Secretaría de Educación a 150 escuelas de manera directa, mientras otras 50 ayudas se distribuirán de acuerdo con la operatoria Codico (Comisión Distrital de Cooperadoras) y se sumarán a las cuotas que ya se reciben en cada distrito.
El encargado de hacer los anuncios fue el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, quien indicó que el programa se suma a las obras en ejecución y en licitación. Si bien aclaró que muchas de las refacciones iniciadas en este marco se extenderán aún más, señaló que la idea es impulsar “una fuerte concentración” del trabajo durante el receso escolar de invierno.
Los proyectos técnicos constructivos, la aprobación de los materiales y la ejecución y supervisión de las obras correrán por cuenta de la Dirección General de Infraestructura, que depende de la Secretaría de Educación. Asimismo, esta dirección se encargará de controlar las liquidaciones de pago. Por su parte, la Dirección General de Cooperadoras y Comedores Escolares se encargará de controlar las rendiciones de cuentas que deberán presentar las asociaciones cooperadoras.
Las obras que entran en este programa son, por ejemplo, reparación de bombas y calderas, cambio de tableros eléctricos, arreglos de pisos y sanitarios, filtraciones y revoques, así como tareas de pintura y arreglos de cielorrasos. Los establecimientos escolares donde se emprenderán las refacciones ya han sido seleccionados.
“Las obras se están realizando, pero con el uso intensivo de las estructuras en edificios muy antiguos son tareas que deben hacerse permanentemente”, señaló Ibarra cuando le preguntaron por qué se esperó a llegar a un alto grado de deterioro para poner en marcha las refacciones en las escuelas. “Si no se cumpliera con los plazos, se nos acusaría de falta de formalidad”, agregó el jefe de Gobierno.