EL PAíS
La preocupación de Ibarra es cómo recuperar la iniciativa política
Desde que volvió de Europa, Ibarra busca la manera de recuperar iniciativa. Para eso mantiene reuniones con sus colaboradores y escucha opiniones. Una alternativa es llamar a una consulta.
Por Santiago Rodríguez
Qué hacer para recuperar la iniciativa política perdida en las últimas semanas. Esa es la pregunta que todos se hacen en el gobierno de la ciudad de Buenos Aires y el propio Aníbal Ibarra procura encontrar la respuesta desde que bajó del avión que el sábado pasado lo trajo de vuelta a Buenos Aires, al término de su gira por Europa. Con ese objetivo, el mandatario porteño realizó en los últimos días diversas consultas con sus colaboradores más cercanos y más de una vez los juntó en su despacho. Aunque todavía no hay nada en firme, Ibarra evalúa la posibilidad de impulsar algunas iniciativa de gestión de alto impacto y convocar a una consulta popular sobre algún tema controvertido que obligue a la derecha y al centroizquierda a posicionarse en veredas claramente diferenciadas. Tampoco descarta hacer cambios en su gabinete en poco tiempo más y maneja distintas opciones para las elecciones de octubre próximo.
Después de un par de semanas a maltraer en las cuales las versiones sobre su renuncia y la intervención de la ciudad fueron una constante, Ibarra estima ahora que en lo inmediato no deberá afrontar mayores sobresaltos. Hace ese análisis en función de las últimas declaraciones que Néstor Kirchner hizo acerca de su presente –a las que interpretó como una señal de que no está de acuerdo con que se avance sobre las instituciones porteñas– y del pronunciamiento de las principales fuerzas políticas contra un eventual quiebre institucional en el distrito. Como reveló en exclusiva Página/12, hasta Eduardo Duhalde llamó a Ibarra para manifestarle su rechazo a cualquier intento que se haga para desplazarlo de la Jefatura de Gobierno (ver aparte).
Aun así, Ibarra sabe que debe hacer algo para reposicionarse: en su momento la convocatoria al referendo de revocatoria de mandato le permitió recuperarse, pero después no pudo reunir las firmas necesarias para su realización. La imposibilidad de relegitimarse por medio del voto hizo que la excarcelación del gerenciador de República Cromañón, Omar Chabán, lo llevara una vez más contra las cuerdas. Si el juez Julio Lucini decidiera procesarlo, podría volver a quedar en situación crítica.
En busca de alternativas que le brinden mayor oxígeno político, Ibarra intercambia opiniones en forma cotidiana con sus principales colaboradores, además de escuchar lo que le sugiere su hermana, la senadora Vilma. En su grupo de consulta incluye en primer término al jefe de Gabinete, Raúl Fernández, y al vicejefe de Gobierno, Jorge Telerman, y a veces incorpora también al secretario de Desarrollo Económico, Eduardo Epszteyn, y al subsecretario de Comunicación, Daniel Rosso.
En el marco de ese proceso de intercambio entre Ibarra y sus allegados han surgido distintas ideas, aunque todavía ninguna cobró forma de propuesta concreta. El jefe de Gobierno y sus hombres de confianza coinciden en la necesidad de impulsar “medidas de gestión de alto impacto pensadas con una lógica de intervención desde la política”, según confió a este diario un funcionario al tanto de las conversaciones que citó dos ejemplos: “Podríamos plantear cuestiones como suprimir la circulación de micros por el casco urbano y concentrarlos en las avenidas o hacer un seguimiento exhaustivo de las empresas de recolección de residuos y a aquellas que no cumplan cancelarles sin mayor reparo la concesión.”
Con esa misma lógica, durante las charlas entre Ibarra y sus colaboradores no se descartó la posibilidad de convocar a una consulta popular sobre un tema que “ponga en fuerte contradicción al sistema político”. El razonamiento que en más de un conciliábulo se ha hecho es que “si planteamos un asunto de gestión pero de alta politización que ponga a la derecha a la defensiva o la obligue a discutir, el distanciamiento del kirchnerismo podría mutar en necesidad de acercamiento”. “Un ejemplo, y remarco ejemplo, podría ser una consulta por sí o no al aborto en casos de violación y dos o tres situaciones excepcionales más”, contó la misma fuente.
Ibarra también ha hablado en la intimidad de hacer cambios de gabinete una vez que empiece a reposicionarse. Y en cuanto a las elecciones se debate entre no presentar candidatos, apostar a las listas del socialismo y el Partido de la Ciudad y, en menor medida, jugar una boleta propia.